-¿Estás preocupado por el avance de un partido como Republicanos?
-El 7 de mayo es una fecha muy importante. Hay una elección para elegir a los consejeros constitucionales. Es un desafío muy importante, porque es la posibilidad que tenemos como país para cerrar el capítulo constitucional. Y yo creo que hay una derecha que lidera José Antonio Kast que está buscando el fracaso de este proceso.
-¿Cómo lo está buscando?
-En primer lugar, él ha declarado que Chile no necesita una nueva Constitución. El Partido Republicano votó en contra de este acuerdo constitucional. Y por lo tanto, no hay una convicción de la necesidad de cerrar este capítulo. Advierto que esto es parte de una estrategia, una receta que es la misma del Frente Amplio.
Es una lógica que hemos visto, por ejemplo, en el proyecto de 40 horas y la flexibilidad laboral o en la legítima defensa privilegiada en el proyecto Nain Retamal, que ellos rechazaron. O cuando votan en contra o se abstienen de la acusación constitucional a la ministra Ríos.
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-¿Qué hay detrás de esa estrategia?
-La idea es dar un testimonio cierto de principios y convicciones, rechazando todo, que es exactamente lo que hizo el Frente Amplio. Yo temo que los consejeros del Partido Republicano, una vez adentro del Consejo, trabajen para el fracaso de este proceso. Y con ello no permitirnos poder cerrar el capítulo constitucional.
Un ejemplo es el Partido Comunista. El PC quedó muy golpeado después del “Acuerdo por Chile”, que le dio continuidad al proceso constitucional. Habrá que preguntarse qué tienen en común el Partido Comunista y el Partido Republicano que se encuentran en los extremos y coinciden en el objetivo de que este proceso, que no les gusta, fracase.
Mi impresión es que no hay una convicción de que Chile necesita una nueva Constitución. Si tuvieran esa convicción, habrían votado a favor del acuerdo. Pero hay una lógica de rechazarlo todo. Es una política testimonial, como la del Frente Amplio, que es muy efectiva en términos electorales.
-¿Chile Vamos debería alejarse de ese camino?
-Yo advierto que esa lógica está lejos de ser una opción de una centroderecha seria y responsable. A diferencia de lo que representa José Antonio Kast, Chile Vamos ve en el acuerdo la posibilidad de que el país avance y no una forma de traición; ve en el diálogo y en la colaboración un compromiso de responsabilidad con el país y no una forma de ser entreguista.
Es importante que las personas de centroderecha se pregunten si quieren continuar con el proceso constituyente o quieren cerrarlo. Ese tema es parte de lo que se va a resolver en nuestro sector el 7 de mayo.
-Algunas encuestas dan como principales favoritos para la elección de mayo precisamente al Partido Republicano y también al Partido de la Gente.
-Hay que tener mucho cuidado con las encuestas porque los últimos procesos electorales han sido todos una sorpresa. Hay voto obligatorio. Y mucha gente no sabe si va a votar o que está desinteresada. A eso se suma un fenómeno de cansancio y agotamiento de la ciudadanía con el proceso constitucional.
Con todo, si es que Partido Republicano y Partido de la Gente tuvieran un buen resultado, uno va a tener que preguntarse si van a trabajar para el éxito del proceso o para su fracaso. Y ahí vamos a ver cuál es su grado de responsabilidad con el país. Porque ser oposición intransigente, como lo demostró el Frente Amplio, es muy fácil.
-¿El Partido Republicano es irresponsable?
-Ellos tienen una estrategia que es muy simple, que es básicamente denostar al gobierno, criticar a Chile Vamos, rechazar todas las cosas que son valiosas. Ya lo vimos y lo vemos todos los días, con el Presidente Boric. El haber tenido una conducta de rechazarlo todo cuando era parlamentario del Frente Amplio y luego ver la responsabilidad que significa ser gobierno, tener que responder al país.
La estrategia que están siguiendo Republicanos y PDG, es destructiva del diálogo democrático. Y busca ganar elecciones, pero tengo la impresión de que es muy poco responsable con lo que significa asumir la tarea de llevar adelante un proceso.
-¿Dirías que Evópoli, la UDI y Renovación Nacional tienen que ser más críticos de Republicanos, alejarse de ellos?
-Chile Vamos hace una oposición muy firme pero al mismo tiempo muy responsable. Yo considero que en el caso del Partido Republicano es distinto. Porque el simplismo de su estrategia es rechazar todo, incluso lo que hace progresar el país, incluso lo que ayuda a Carabineros. No sé cuál es el destino de esa estrategia. Es una política testimonial, pero muy irresponsable.
-¿Cómo evalúas el papel de Kast en este tema constitucional? ¿También consideras que ha sido irresponsable?
-J.A. Kast ha sido consistente en decir que Chile no necesita una Constitución. En votar en contra de este proceso constituyente. Pero luego presenta candidatos para el proceso. La pregunta es ¿para qué presenta candidatos quien considera que Chile no necesita un nueva Constitución ni un nuevo proceso constituyente? Creo que los candidatos republicanos deben responder a esa pregunta.
-¿Te preocupa el bajo interés que hay en el proceso constituyente?
-Sin duda. Yo creo que es una cuestión muy delicada el desacople que hay entre el proceso y la ciudadanía. Obviamente hay un agotamiento después de todo lo que hemos sufrido. Yo fui convencional, lo tengo súper claro. Por lo tanto, la mayor responsabilidad de la dirigencia política es darle una conducción a una ciudadanía que está cansada de un tema, que se necesita cerrar para poder tener certezas, para poder tener estabilidad. El Partido Republicano, por el contrario, juega a mantener la incertidumbre… y eso me parece muy delicado.
-¿Hay algo que pudiste sacar en limpio de tu experiencia como convencional?
-Por supuesto. La gran lección es que las constituciones son acuerdos de convivencia para grandes mayorías y no un espacio donde algunos les impongan sus términos ideológicos al resto del país. Unos pocos fueron por todo y se quedaron sin nada. Eso ocurrió en el proceso anterior. Ahora, yo temo que un sector de la derecha vaya a la convención para que esto fracase y todos nos quedemos sin nada.
-¿Hay un uso de la posverdad para lograr ciertos fines?
-Claro. Esta semana vimos otro ejemplo muy nítido de la estrategia destructiva que tiene J.A. Kast. Y fue cuando con total deshonestidad tomó una declaración de Francisco Chahuán y la transformó en una propuesta de Chile Vamos generando un debate lleno de posverdad y fake news.
-¿Por qué lo hace?
-J.A. Kast está dispuesto incluso a dividir a la propia derecha con tal de tener un rédito electoral, aun cuando pase por encima de un tema que él sabe a ciencia cierta que no es una propuesta de nuestra coalición. Me refiero a cuando Chahuán dijo que un organismo del Estado podría entregar las pensiones. Sabiendo que eso no era una idea de Chile Vamos, la transformó en un planteamiento nuestro. Yo, en cambio, estoy consciente de que el fin no justifica los medios.