Alcalde suspende reunión con Boric en protesta por no viaje a Colchane: “Nos deja con la sensación de que el Presidente no quiere escuchar”
“Lo único que pedimos es que el Presidente pueda escuchar”. Javier García Choque, alcalde de Colchane, quien perteneció a Amplitud hasta la disolución del movimiento, analiza en una entrevista telefónica con Ex-Ante el fenómeno de la inmigración irregular en el norte de Chile, a horas de la llegada del Presidente Gabriel Boric a la Región de Tarapacá.
Este miércoles en la tarde se espera que el Presidente Boric aterrice en Iquique. ¿Qué expectativas tienen de la visita presidencial?
Nosotros estábamos como municipio coordinando su visita a Colchane. Sin embargo, nos acaban de informar que el Presidente no va a llegar a Colchane debido a problemas de traslado en helicóptero y factores climáticos, lo que a nuestro juicio no es verosímil.
¿Qué problemas plantearon?
Nos dicen que el helicóptero no podría llegar a la zona, pero las autoridades que han visitado Colchane lo han hecho en avión, porque contamos con una pista de aterrizaje adecuada en la localidad de Cariquima.
¿Quién les informó de la suspensión de su visita?
Nos informaron de la avanzada presidencial.
¿Qué les parece que el mandatario no llegue al poblado?
Nos deja con la sensación de que el Presidente no quiere escuchar a la comunidad, no quiere escuchar a las familias que han sufrido como tampoco a las autoridades locales, tanto civiles como ancestrales.
¿Habrán temido eventuales protestas en una comuna donde ganó el Rechazo en el plebiscito constitucional de entrada y José Antonio Kast se impuso ampliamente en las elecciones presidenciales?
Nosotros somos respetuosos de las autoridades civiles y ancestrales, por lo tanto, lo único que pedimos es que el Presidente pueda escuchar la problemática de la gente, explicar por qué no se ha cumplido con los compromisos adquiridos por personeros del gobierno central y, por supuesto, conocer lo que sufre Colchane debido al control migratorio, en terreno. Eso es lo único que esperaba y espera la comunidad.
¿Qué compromisos incumplidos?
Por ejemplo, la falta de infraestructura para la comuna y la región, como es la reparación de la ruta 15-CH que une Colchane con Huara y que, a la fecha, no se ha cumplido. El compromiso de impulsar las expulsiones administrativas comprometido por la exministra Siches respecto de migrantes que ingresaron por pasos no habilitados. Y otros como el compromiso que adquirió el gobierno en materializar la entrega de compensación económica a 90 familias por $120 millones que corresponde a familias que perdieron todo ante los saqueos que ocurrieron en febrero de 2021, producto de la ausencia de Estado de derecho por la inmigración descontrolada en Colchane.
Hay compromisos que no se han cumplido, por tanto creemos que hoy más que nunca es importante que el Presidente llegue a Colchane y pueda dar respuesta de estas solicitudes.
Este jueves el Presidente tiene programado reunirse en Iquique con alcaldes y otras autoridades. ¿Irá?
No voy a asistir porque este tipo de reuniones perfectamente se pueden concretar en la ciudad de Santiago. Para mí es importante que, más allá de una visita de nivel regional y a una ciudad capital, que hoy el presidente conozca en terreno lo que sucede en Colchane y por supuesto también pueda escuchar a los vecinos, y a las autoridades locales de Colchane y por supuesto a nuestras autoridades ancestrales que también mucho que aportar en este sentido.
¿Dejará de ir en protesta?
Por supuesto.
(El edil ingresó este miércoles un oficio en la delegación anunciando que no asistirá a la reunión que el mandatario sostendrá este jueves en el Gobierno Regional, ya que “es de mayor relevancia la visita de la autoridad en Colchane”.)
En el marco general, ¿han disminuido los avistamientos de inmigración irregular como sostuvo el Ejército a El Mercurio?
Nosotros no coincidimos con las cifras (…). A través de nuestra unidad de seguridad ciudadana y también de los testimonios de vecinos, videos y fotografías que nos envían, vemos que el ingreso se ha desplazado a sectores más alejados, donde no hay control, pero sigue manteniéndose el flujo migratorio irregular diario de 200 a 400 personas.