Cuando a principios de 2010, el entonces presidente de la CPC, Rafael Guilisasti, le ofreció al presidente de Asociación de Supermercados (Asach), Fernando Alvear, que asumiera la gerencia general del máximo gremio empresarial, este no lo pensó dos veces. Por dos razones: su cercanía con Guilisasti y su afecto con la vida gremial.
Desde entonces, han pasado siete presidentes de la CPC contando al actual, Juan Sutil, y Alvear sigue con mismo entusiasmo del primer día. Con cada uno de ellos construyó una relación de confianza y lealtad. Su conocimiento de los gremios y sus amplias redes en el mundo político también le han ayudado.
El sabe la influencia que tiene, pero también entiende que debe replegarse a un segundo plano. De hecho, no da entrevistas a los medios. “Nunca ha tratado de vestirse como un líder de la CPC, no le interesa, sabe que ese rol lo tiene el presidente, pero al mismo tiempo Fernando es un motor en la CPC”, afirma un cercano al gremio.
Mesurado, reflexivo y amable, son calificativos que se repiten entre quienes describen el gerente general. “Nunca, en todos los años que lo conozco, lo he visto en un exabrupto, pero es muy inteligente y sabe cómo exponer sus puntos con claridad”, dice un dirigente empresarial que trabajó con él.
Su extensa vida gremial. Fernando Alvear es casado, tiene tres hijos hombres y cuatro nietas. Es abogado de la Universidad Católica y su trabajo en el mundo gremial comenzó recién titulado a fines de los 60, cuando ingresó a trabajar como secretario en dos comités de la Cámara de la Construcción.
Luego, a principios de los 70, en plena Unidad Popular, el gremio creó el Sindicato de Empleadores de la Construcción, que representaba a las empresas del sector, y Alvear asumió la gerencia. Desde ese cargo enfrentó sus primeras negociaciones con CUT, que, al otro lado de la mesa, represaba a los trabajadores. En la Cámara llegó a ser gerente, posición en la que estuvo en 1984.
Ese año, ya en el régimen militar, lo llamó el ministro de Economía, Modesto Collados, para que fuera su jefe de gabinete. Cuando Collados dejó la cartera en 1985, Alvear se mantuvo en el gobierno como secretario ejecutivo del comité de inversión extranjera hasta 1988.
En los 90 volvió al sector privado, en la banca de inversión del BICE, como director de empresas y, desde 1993, como consejero de la Sofofa.
En 2001 asumió como presidente de la Asociación de Supermercados, y en esa calidad integró la mesa directiva de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), durante la presidencia de Fernando Lihn. Durante ese período participaba en los dos gremios: Sofofa y CNC.
Cuando Andrés Concha tomó la presidencia de la Sofofa, en 2009, Fernando Alvear pasó a integrar el comité ejecutivo del gremio fabril, mientras seguía liderando la Asach. Y en 2010, tras el llamado de Guilisasti, dejó todo y arribó a la CPC.
Su trabajo en la CPC. Su rol como gerente general del máximo gremio empresarial es asesorar al presidente en sus opiniones, apoyando el proceso reflexivo y coordinar el trabajo de las seis ramas que conforman CPC.
Asimismo, es la voz en el trabajo técnico con las distintas contrapartes que tiene la CPC en su labor diaria, como los distintos ministerios, organismos internacionales como la OIT, parlamentarios y, durante el último año, con la Convención Constitucional.
Las reuniones con la Convención han concentrado parte importante del trabajo de la CPC en este período, con el objetivo de influir y dejar establecida la posición de los empresarios en los temas que les preocupan. En este tiempo, Alvear ha acompañado a Juan Sutil, en reuniones individuales con cerca de 50 constituyentes, además de encuentros con las dos mesas que lideraron la Convención y con todas las comisiones.
Cercanos a Alvear destacan “la buena llegada” que tiene en todos los sectores políticos. “Su personalidad afable le abre puertas”, dicen.
En la convención sus relaciones también son amplias, por ejemplo, con los convencionales Marcela Cubillos y Marcos Barraza. Con la primera construyó una relación desde que era parlamentaria y, con el segundo, cuando este fue subsecretario de Previsión Social y luego ministro de Desarrollo Social.
En el mundo sindical también tiene buena acogida y logró construir lazos de confianza con la ex presidenta de la CUT y actual embajadora en Argentina, Bárbara Figueroa.
Sus más cercanos. Entre sus más cercanos destacan el mismo Rafael Guilisasti y Andrés Santa Cruz, con quienes Alvear se junta periódicamente a comer. Tratan de hacerlo, al menos, una vez al mes. La coyuntura política y económica es tema de conversación permanente en la mesa. En ocasiones, incluso, invitan a un cuarto comensal de distintas áreas para analizar los temas que se discuten en el país.
En su rol en empresas, Fernando Alvear ha sido director de compañías como CAP, Terranova, Invercap y Bata. Actualmente es presidente de la Viña Los Vascos. Allí representa en la mesa directiva al barón Eric de Rothschild, dueño la firma vitivinícola francesa Domaines Barons de Rothschild (DBR), que controla Los Vascos.
“Le gusta mucho ir a la viña en Colchagua. Es cuando más se relaja y entretiene a sus invitados con sus conversaciones. Fernando es un gran conversador”, dice un conocedor del gerente.
Su actual labor social. Alvear también forma parte del directorio de la Corporación 3xi, iniciativa fundada en 2017 por 5 organizaciones (Empresas B, CPC, Asech, Comunidad Organizaciones Solidarias, Centro Innovación UC), reunidas para promover encuentros entre personas de distintos orígenes, sensibilidades y ámbitos de acción, para mejorar la confianza mutua en la sociedad.
Bajo el alero de 3xi, están las iniciativas Juntos por la Infancia y Juntos en la Calle. En ambas Alvear es director y el mismo trabaja y se acerca a las empresas para que se sumen y colaboren en estas obras.
El proyecto Juntos por la Infancia tiene como propósito acompañar efectiva e integralmente a los niños y jóvenes de las residencias de la red del Sename, a través de la creación de vínculos y trabajo colaborativo entre empresas y las residencias y/o organizaciones.
Juntos en la Calle es un proyecto que nace para potenciar el trabajo que hoy realizan organizaciones para superar la situación de calle.