Parte II: Por qué Arica es un punto estratégico para el Cartel de Aragua en Chile y Perú
Hacia abril del año pasado, los agentes encubiertos que la PDI había instalado en el cerro Chuño de Arica, en la investigación que lleva la Fiscalía de esa ciudad por los delitos cometidos por Los Gallegos de Caracas, tenían ya completamente claro que el negocio más estable y fundamental de ese grupo, así como de la mayoría de las facciones que forman parte de la organización criminal El Tren de Aragua, era la trata de mujeres con fines de explotación sexual.
Parte I: Tren de Aragua en Arica y cómo la PDI los infiltró con agentes encubiertos
- En el caso de Arica, además, sabían que la instalación (ordenada desde la jefatura máxima de Los Gallegos, en Lima) de ellos en esa ciudad no era causal. Así como es un lugar fundamental para Chile, también lo es para las agrupaciones delictuales.
- Como lo indica un informe de la Brigada Antinarcóticos y contra el Crimen Organizado (Brianco) de Arica, para Los Gallegos de Caracas esa comuna “corresponde a un punto estratégico de operación, por tratarse de una zona que cuenta con límites fronterizos con países vecinos, lo que les permite un flujo constante de tránsito por pasos no habilitados, en particular con Perú”.
- En efecto, fuentes de la investigación señalan era frecuente también que Los Gallegos enviaran a un emisario a Lima (llevando remesas de dinero o mensajes muy delicados), el que simplemente se internaba por el desierto en plena noche, para llegar a Tacna y desde allí trasladarse a la capital peruana.
- Un peritaje contable realizado por instrucción de la fiscalía respecto de los registros financieros que se han incautado hasta el momento evidencian que en tres meses la “filial” Arica del Tren de Aragua mandó a lo menos 340 millones de pesos a Lima, como aporte a “La causa”.
- La cercanía con Perú y también Bolivia facilitaba, además, los principales negocios de Los Gallegos: el tráfico de personas, de drogas y de armas, todo lo cual se vio potenciado por la pandemia y el cierre formal de las fronteras.
Los Gallegos en Sullana
Por cierto, Arica no es el único punto estratégico en que se han enquistado Los Gallegos de Caracas. Antes que Arica (también mandatados desde Lima) se asentaron en Sullana, en el Departamento de Piura, al norte del Perú, muy cerca de la frontera con Ecuador (55 km), pero allí se especializaron en sicariato.
- Varios homicidios muy violentos ocurridos en los últimos años en esa ciudad, de poco más de 300 mil habitantes y de un clima muy semejante al de Arica, se atribuyen a Los Gallegos. Estos, según informaciones periodísticas, están cobrando allí 500 soles por asesinar a alguien; es decir, poco más de 100 mil pesos por una vida.
- De Pullana justamente llegó a Chile, enviado por los jefes de Lima, el joven Mervin Fagúndez. De hecho, el único domicilio conocido que posee está registrado en un sector de arrabales de esa ciudad, muy semejante al cerro Chuño de Arica: la zona de Jesús María. No es casualidad que lo escogieran para la misión, pues su hermano mayor es uno de los miembros más importantes de Los Gallegos en Perú y. además, es al mismo tiempo uno de los elementos más peligrosos del grupo.
- Es por ello que Mervin era (y es) un sujeto importante en la organización, pues estaba a cargo del negocio más estable de Los Gallegos de Caracas: la trata de personas con fines de explotación sexual.
- Así, luego de la detención de los dos líderes principales del grupo en Arica, Yoneiker Paredes y Jorve Galaviz, pasó a ser el líder y desapareció durante algún tiempo, aunque hoy se sabe dónde estuvo: Valdivia y Osorno, entre otras ciudades del sur del país.
- Su huida, además, se fundamentaba en que a inicios de julio la PDI desbarató dos prostíbulos ubicados en pleno centro de Arica, los que eran manejados por Mervin.
- Uno de ellos, ubicado en Pedro Lagos 596, era regentado por Luisbeth Salazar Oliveros, mientras que el otro, situado en Thompson 147, era comandado por Johana Pérez Canelón, ambas venezolanas y subordinadas a Mervin.
- Pérez era, según la formalización en su contra, quien publicaba en una página web fotos de las mujeres que “ofrecían” y además llevaba la contabilidad de ambos prostíbulos. De hecho, en el domicilio de Pérez, ubicado en calle Yungay, se incautaron 9 millones 653 mil pesos en efectivo.
- Era un negocio ciertamente millonario, no solo por las ganancias diarias, sino por la forma en que las mujeres (15 en total, todas extranjeras) eran explotadas: la mayoría de ellas eran jóvenes venezolanas que eran trasladadas desde Tacna a Arica por pasos clandestinos, conducidas por “trocheros” (como llaman en Venezuela a los “coyotes”). Sin embargo, mientras los “coyotes” que traspasan personas en forma clandestina entre Bolivia y Chile cobran de 100 a 300 dólares, el costo total de los “servicios” de Los Gallegos ascendía a una especie de fee fijo, que incluía traslado, alimentación y vivienda en Arica: tres millones de pesos.
- De ese modo, las mujeres que eran internadas en los prostíbulos quedaban literalmente prisioneras de por vida: además de que debían entregar el 50% de sus ganancias a Mervin y el otro 25% a alguna de las regentas, al mismo tiempo debían ir cancelando los tres millones. Si se negaban, eran amenazadas con ser agredidas ellas o sus familias en Venezuela. Si alguna de ellas intentaba escapar (como sucedió) rápidamente eran reducidas o secuestradas por dos matones que estaban al servicio de las “madames” y de Mervin.
- Por cierto, no todas habían llegado a Chile por la intermediación de Los Gallegos y, por ende, no todas estaban afectas al cobro de los tres millones. A ellas, además de los consabidos porcentajes, Mervin les exigía una “vacuna” semanal de 50 mil pesos, la que recolectaba todos los lunes.
Los testimonios
No es de extrañar, entonces, que la mayoría de los testimonios prestados por las víctimas rescatadas en los operativos policiales de junio fueran muy escuetos y vagos al inicio. Intimidadas, prácticamente ninguna de ellas quería cooperar, aseverando que por mucha protección que se les ofreciera en Chile, la PDI y la Fiscalía nada podrían hacer por sus familias en Venezuela o en Colombia (pues varias de las víctimas son de esa nacionalidad).
- Pese a ello, algunas accedieron a entregar sus testimonios y todos estos son coherentes: en su mayoría, se trata de migrantes que salieron desde sus países de origen y que escucharon que la mejor situación económica a la que podían aspirar estaba en Chile, por lo cual muchas de ellas hicieron un largo y peligroso camino a pie por distintos países, para llegar a Tacna o Arica.
- Sin embargo, una vez que caían en las redes de Los Gallegos el sueño de un futuro mejor se convertía en una pesadilla. Obligadas a pagar y pagar, trabajaban seis días a la semana, sin posibilidades de huir y amenazadas con sus propias vidas o las de sus seres queridos.
La caída de Mervin
Hacia septiembre de 2022 Mervin comenzó a ser visto nuevamente en Arica. No obstante, detenerlo no era sencillo, pues siempre andaba custodiado por varios sujetos (entre siete y 12) que lo acompañaban a todas partes, a quienes la PDI definía como un grupo de escoltas.
Mervin está formalizado por asociación ilícita, tráfico de drogas, lavado de activos y trata de personas con fines de explotación sexual, incluyendo el caso de una menor de edad.
- Se presumía que todos o buena parte de ellos andaban armados y, por ende, la mejor posibilidad de detenerlo sin violencia era hacerlo en algún momento en que quedara solo, por lo cual lo siguieron durante varios días y especialmente noches, porque Mervin prácticamente vivía metido en pubs y discotecas.
- La madrugada del 01 de octubre pasado los policías lo vieron en una disco ubicada en la calle Buenos Aires, ocasión en la cual andaba con 12 escoltas.
- Mervin y sus adláteres estuvieron en dicho local hasta poco antes de las 5 de la madrugada. Luego de ello, en varios autos, se fueron hasta un local de comida rápida de calle San Martín, en el cual consumieron hasta las 7 de la mañana. Fue en ese momento cuando los detectives lo siguieron hasta un domicilio en el sector norte de la ciudad, en calle Wenceslao Tapia, al cual ingresó solo.
- Se trataba de una residencial. Dos días más tarde, también cuando estaba solo al interior de ella, sin guardaespaldas, la policía procedió a detenerlo sin inconvenientes, descubriendo que en su poder tenía 840 mil pesos en efectivo, dos teléfonos celulares y una cédula de identidad venezolana con su fotografía, pero a nombre de Alexander Hernández Vásquez.
- Lo más valioso que hallaron, en términos investigativos, era un registro contable en el cual figuraban no solo los gastos del día a día de él y de otros integrantes del grupo, sino también las transacciones por trata de personas y drogas.
- Hoy, Mervin está formalizado por asociación ilícita, tráfico de drogas, lavado de activos y trata de personas con fines de explotación sexual, incluyendo el caso de una menor de edad.
La diáspora delincuencial
La periodista venezolana Ronna Rísquez, especialista en Crimen Organizado y quien ha investigado extensamente al Tren de Aragua en su país, señala desde Caracas que la llegada de delincuentes como estos a Chile y otros países obedece “a una falta de control total y una falta de autoridad del gobierno sobre las prisiones.
Muchas de las personas que están en ellas y salen en libertad pueden haberlo hecho porque cumplieron sus condenas o porque tuvieron algún tipo de beneficio procesal, pero también está la posibilidad, por algunas informaciones y entrevistas que logré hacer tanto en Tocuyito como en Tocorón, de gente que ha salido pagándole al PRAN o por medio de algún otro mecanismo de corrupción, con los cuerpos de seguridad que se encargan de custodiar las prisiones”, indica.
- Tocuyito y Tocorón son dos de las principales cárceles de Venezuela. La segunda, de hecho, es la cuna del Tren de Aragua y en ella reside su líder máximo, Héctor “El Niño” Guerrero.
- PRAN, en tanto, es la sigla de “Preso Rematado Asesino Nato”, con la cual se describe a los internos que mandan en las cárceles venezolanas.
- Según Rísquez, la mayoría de los integrantes del Tren de Aragua son exconvictos que, en su mayoría, han abandonado las cárceles por medios espurios, agregando que cuando las autoridades de otros países piden antecedentes no solo no se los dan desde Venezuela, sino que simplemente parece que no existen, porque pudieron haber sido borrados desde los sistemas informáticos, producto de la gran corrupción que existe en todo el sistema penitenciario.