Emilio Berkhoff N° 3: El perfil de los narcos con los cuales fue detenido
La organización de narcotraficantes junto a la cual terminó siendo detenido Emilio Berkhoff no es cualquiera. Yohanny Albornoz, el líder de la banda, es parte del clan de narcotraficantes más importante del sur de Chile, que lleva 25 años (o más) controlando la población Emergencia de Hualpén, una versión local de La Legua.
- En la “Eme”, como se conoce al sector (cuyo nombre oficial es 18 de septiembre) nadie desconoce a sus padrinos. El más relevante ha sido históricamente Reinedio González Durán, más conocido como “El Martillo”, o “El Faraón”, sujeto así llamado por su obsesión con todo lo que tenía que ver con la antigua cultura egipcia, a tal punto que cuando fue detenido, en 2009, llevaba en el pecho un tourbillon de oro que reproducía la máscara funeraria de Tutankamón.
- Su casa estaba llena de efigies egipcias y, además, de espejos. En prácticamente todos los ángulos rectos de ella había espejos instalados en 45 grados, lo que le permitía ver cualquier rincón de la vivienda desde todas partes, no solo por la posibilidad de que pudiera entrar la policía sino, peor aún, sus rivales en el mundo del narco, que trataron de matarlo varias veces.
- De hecho, los espejos los instaló luego de que un encapuchado disparara a corta distancia contra la cabeza de un “mocito” suyo, que estaba en las afueras de su casa limpiando la Dogde Nitro que él conducía. La víctima fue confundida con el jefe narco.
- De un origen muy humilde y casi sin educación, “El Martillo” se las arregló para crear un pequeño imperio criminal, que contaba además con una estructura que le permitía lavar dinero por medio de un pool, una botillería y tres locales comerciales. Gracias a ello pudo adquirir varias viviendas (todas a nombre de su pareja de aquel entonces) y levantar una organización criminal muy violenta.
- En 2011, González Durán fue condenado a 10 años y un día por tráfico y a 5 años y un día más por lavado de activos.
El sobrino. Un año antes, su sobrino Yohanny Albornoz González (hijo de Irma González Durán) había sido sentenciado por lo mismo, aunque corrió con bastante más suerte, por motivos que se explican más adelante: también recibió cinco años y un día de cárcel por lavado de activos, y lo mismo por narcotráfico, en vez de los 10 a los que había sido condenado su tío.
Yohanny Albornoz no solo era un tipo importante en la población por ser sobrino de “El Martillo”, sino porque, además, su pareja, Romina Moscoso, es hija de “El Lilo”, José Moscoso, miembro a su vez de “Los Magnates”, otra de las antiguas bandas que reinaban en ese sector.
- Por ello, sólo pasó seis años preso, pues su conducta fue calificada como “sobresaliente” por Gendarmería de Concepción y obtuvo la libertad vigilada en 2016.
- Se radicó en el sector de Valle Nonguén, en Concepción, pero diariamente acudía hasta la población Emergencia, a un local de fachada conocido como “La Barbería”, al cual llegaba (según diría después) a cortarse el pelo y la barba, pero cuando la policía allanó dicho local en 2020 no encontró dentro del inmueble tijeras, afeitadoras, barberos, barbas ni nada parecido.
- Por el contrario, hallaron a un primo de “El Martillo”, Segundo González Rubilar, un sujeto con un largo prontuario y muy violento, quien mantenía dos pistolas Glock, cada una con su respectivo cargador y uno adicional, adaptado y modificado para efectuar ráfagas de disparo.
- En ese mismo domicilio, que era el centro de operaciones del grupo, la PDI encontró cerca de 14 kilos de droga, además de una caja de zapatillas con casi ocho millones en efectivo y tres millones más en una clóset. Del mismo modo, los detectives hallaron abundante munición y una libreta de notas con la leyenda “Paul Frank”, en la cual figuraban las compras y ventas de drogas realizadas por el grupo delictivo.
- Por cierto, Yohanny Albornoz no solo era un tipo importante en la población por ser sobrino de “El Martillo”, sino porque, además, su pareja, Romina Moscoso, es hija de “El Lilo”, José Moscoso, miembro a su vez de “Los Magnates”, otra de las antiguas bandas que reinaban en ese sector, que al estilo de los mafiosos de la serie “Los Soprano” se reunía en un restorán (“Tío Saymon”) propiedad de “El Lilo” y de Rubén Navarrete, “Sampaoli”.
- Encima, uno de los socios de correrías de Albornoz era Sergio Mora Pérez, integrante del cártel de los Mora, el principal grupo de narcotraficantes de Concepción, que durante años ha dominado el sector de Tucapel Bajo y que se han visto implicados en una serie de homicidios.
Las condenas. Cuando Albornoz fue finalmente detenido, el 15 de agosto de 2020, en su casa de Valle Nonguén se le encontraron 35 millones de pesos en efectivo en una bolsa ubicada en una silla, una mochila con 130 millones más y una caja de zapatillas Nike con casi 2.3 millones más. Al lado de su carné de identidad fueron hallados otros 129 mil y en el segundo piso, donde los detectives encontraron cerca de 400 gramos de pasta base de cocaína, tenía otros 3.2 millones en efectivo en uno de sus veladores; es decir, escondía cerca de 170 millones de pesos en billetes en su propia casa.
- Además, contaba con al menos cinco móviles inscritos a nombre de un “palo blanco” (Emmanuel Painén). Se trata de una Mitsubishi Dakar, una Ford Explorer, dos Nissan NP300 y un Mazda New BT. Otros vehículos de alta gama que tenía, y que también estaban a nombre de terceros, era una Ford Escape, un Jeep Grand Cherokee y la camioneta Ford F150 que fue incautada el 12 de junio de 2020, cuando la PDI de Concepción detuvo a parte de la banda.
- Ante ello, su madre (Irma del Carmen González) y Emmanuel Painén Opazo, fueron condenados como autores del delito consumado de lavado de activos, pues según establecieron los fiscales, Albornoz blanqueaba el dinero adquirido producto del narcotráfico comprando propiedades (a lo menos dos), que inscribía a nombres de terceros, al igual que vehículos.
- El abogado Andrés Cruz fue quien, como Fiscal Jefe de Talcahuano, persiguió a González Durán y Albornoz González hace ya más de una década. Al respecto, señala que los grupos liderados por ambos “tenían un nivel de organización e influencia muy fuerte en los territorios en que se desenvolvían, porque manejaban grandes cantidades de recursos”, a lo que agrega que también poseían “un importante poder de fuego”.
- Según recuerda, ambas investigaciones se enfocaron más que en los kilos de drogas, “en quiénes manejaban el dinero”. Señala también que ambos tenían un nivel de vida muy ostentoso y “se aprovechaban de esa circunstancia para obtener el apoyo y aprobación de las personas” pues, al clásico estilo narco, financiaban actividades sociales, pagaban los remedios de los enfermos y efectuaban fiestas de fin de año para los niños, entre otras actividades, con el fin “de generar una red de influencia que les asegurara la impunidad”.
- A diferencia de otros narcos, “estos sujetos hacían declaraciones de renta y se preocupaban de tratar de aparentar ante la autoridad sus ingresos, aunque obviamente todo era falso”.
- Asimismo, señala que ambos, pero especialmente Albornoz, eran sujetos extremadamente decididos y lo ejemplifica relatando que luego de su detención se quiso acoger a cooperación eficaz, para rebajar su pena eventual. Ante eso, Cruz señala que le indicó que para ello debía dar información que permitiera el arresto de otro narco importante, con al menos cinco kilos de droga.
- Tiempo después, “entregó a un individuo que obviamente era menos que un burrero, con cinco kilos de cocaína base”, rememora, explicando que se trataba de un adicto, un “angustiado” en la jerga de la calle, que cuando fue detenido, portaba una mochila que le habían entregado, la que le dijeron que alguien iba a retirar, a cambio de lo cual él recibiría droga. Además, “se le encontró un teléfono nuevo, que tenía una sola llamada, y era la llamada que había efectuado Yohanny para que esperara en ese lugar, porque ahí iban a ir a retirar la droga” (sin saber que en realidad lo iban a aprehender).
- Aún molesto, el abogado y exconvencional constituyente Andrés Cruz indica que al drogadicto literalmente “lo entregaron, para efectos de fabricarse la cooperación eficaz y obtener una rebaja de pena”. Ante ello él se negó a calificar lo sucedido como cooperación eficaz, pero “increíblemente el tribunal se la reconoció (la cooperación eficaz) y por ello, pese a los delitos por los cuales fue condenado, la pena que se le impuso fue relativamente baja y pudo optar a la libertad condicional, al poco tiempo”, concluye.
- En efecto, el fallo del Tribunal Oral de Concepción al respecto señala que el sujeto que fue detenido con la pasta base confesó “que se trató de un montaje para lograr que su pena (la de Albornoz) fuera rebajada”, pero según los jueces ello no se probó policialmente, agregando que se retiró una importante cantidad de droga que “representaba, en caso de haber sido traficada, un daño potencial enorme a la salud de la población”.
- “El Martillo”, en tanto, quedó en libertad en 2018, luego de obtener beneficios carcelarios. Como era obvio, volvió a traficar. El 14 de julio de 2021 la Brianco lo detuvo junto a dos mujeres, incautándoles 5.7 kilos de pasta base de cocaína, más de dos millones de pesos en dinero efectivo y un Peugeot 5008, a nombre de un tercero, como es usual.
- González Durán está preso actualmente y recién a fines del año pasado se efectuó la audiencia de preparación en su caso, por lo cual el juicio oral en su contra se realizará hacia inicios o mediados de marzo, lo que espera en la cárcel de Concepción, junto a su sobrino, Berkhoff y todos los demás implicados.
Revise a continuación el reportaje de T13 “Emilio Berkhoff, de Weichafe a narcotraficante”:
Lea también la primeras partes de esta serie especial en conjunto con T13:
[N° 1] Berkhoff: el cruce de violencia radical y crimen organizado (ex-ante.cl)
[N° 2] Berkhoff y cárcel de Lebu: investigación de contactos narco (ex-ante.cl)