-La migración irregular en Arica, ¿está descontrolada, como dijo el gobernador Jorge Díaz?
-Estamos teniendo un aumento de la población migrante en los últimos meses. Especialmente lo detectamos en la ocupación de espacios públicos. Personas que duermen en carpas, bajo cartones o simplemente en un saco de dormir en una plaza o en una playa. Hemos encontrado familias, mayoritariamente jóvenes.
-¿Y ha aumentado el ingreso de bandas criminales?
-Hoy vemos un tipo de los delitos de crimen organizado, que empecé a denunciar como alcalde ya a principios del año pasado, quizá un poquito antes. Tenían un comportamiento especialmente violento, con uso de armas de fuego de alto calibre, en crímenes con un alto nivel de ensañamiento.
-¿Incluso torturan?
-Sí, claro. Por ejemplo encontramos vehículos incinerados. Y dentro del vehículo el conductor muerto por herida de bala, y en la maletera otro muerto con herida de bala. Y personas que fueron quemadas y previamente torturadas. Les habían mutilado los genitales, los ojos.
Esto disminuyó en parte cuando se desbarató a la banda de Los Gallegos, que son vinculados con el Tren de Aragua. Sin embargo, en el último mes ya nos encontramos con delitos, que empiezan a tener características similares a lo que sucedía el año pasado.
-¿Cuánto han aumentado los homicidios?
-Este año tenemos más homicidios que en toda la historia. Llevamos 37 homicidios concentrados en su mayoría en el primer semestre. Es un número alto para una ciudad tranquila como la nuestra. Y por supuesto que la población está en alerta, con temor.
Los crímenes no son necesariamente en la noche y en lugares aislados: el último asesinato fue con mucha violencia en pleno centro al lado de un parque a las 17:00 de la tarde.
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-¿Estas son bandas extranjeras o también chilenas?
-Los Gallegos era venezolanos. Ellos hacían extorsión, tráfico de personas y todo tipo de ilícitos.
-¿Y cuántas personas son sus miembros en Chile?
-Hay 40 detenidos hasta al momento.
-¿A la vez hay una gran cantidad de migrantes que entran de forma irregular que no son criminales?
-Totalmente. La mayoría. El problema es que esta crisis migratoria y este desorden dejó en evidencia que las fronteras de Chile son súper vulnerables. Que cualquier persona puede entrar y salir. Y eso no solamente quedó en evidencia para la persona que migra, sino para las bandas criminales que hoy día entran y salen por las fronteras sin ningún problema.
-¿Qué te parece que el gobierno no esté usando las reconducciones (que permiten devolver a extranjeros ilegales al país por donde ingresaron)?
-No sé si en algún momento funcionó la reconducción con Bolivia. Entiendo que no funcionó. A diferencia de lo que pasa con Perú, que el 97% de la reconducción ha sido exitosa. Con Bolivia, incluso cuando hubo un estado de Excepción, no resultaron las reconducciones. Porque para que una reconducción sea exitosa tiene que recibirla la policía del otro país por el cual ingresa y ellos se desentendían de eso. Tienen que estar ambos países de acuerdo.
-¿Tienes miedo?
-Yo recibí una amenaza hace un tiempo atrás. Me llamó una persona de acento extranjero diciendo que era de Tren de Aragua y que me iban a partir la cara. Corté e hice la denuncia en la PDI. Te dicen: “si no pagas, te matamos”. Es parte del juego perverso que ellos hacen.
-¿Cuánto cobran?
-Corté antes que me dijeran. Por supuesto quedé asustado, con dolor de guata y con tiritón, si te llaman y te hacen una amenaza como esa. A los días amenazaron a un concejal del mismo modo. Pero yo sigo saliendo a la calle. No me van a intimidar.
-¿Estás de acuerdo con que debería haber un estado de excepción?
-Cuando fue la peor momento de la crisis migratoria que fue a inicios del segundo semestre del año 2020 entró mucha gente por Arica; estábamos con las fronteras cerradas producto de la pandemia. En ese momento el estado de excepción no fue una limitante que impidiera el ingreso de la población migrante. En la frontera de Chile con Perú y Chile con Bolivia. En el caso de Colchane no dio ningún resultado, fue nulo.
Lo que no me gusta es que son medidas excepcionales. Y necesitamos algo que sea permanente y eso significa usar todas las herramientas del Estado, incluido el ejército para proteger las fronteras.
-¿Qué esperas de esta visita de la ministra del Interior, Carolina Tohá, a la zona?
-Era algo que estábamos pidiendo hace bastante tiempo. La visita que hizo el subsecretario Monsalve para adelantar esta visita de la ministra, por lo menos me parece bien, porque indica que no va a ser improvisada, sino que viene con algunos anuncios. Yo espero que las medidas que se anuncien no sean medidas puntuales o de corto aliento. Sino que sean medidas que sean duraderas en el tiempo, que permitan fortalecer los pasos fronterizos y permitan que se garantice la seguridad de quienes habitamos este territorio, que es una región especial, porque somos la única comuna urbana de Chile que es una comuna fronteriza.
-¿Las cosas han empeorado o mejorado con el gobierno de Boric?
-En Arica estamos en un espiral de violencia que viene en aumento, por lo menos en los últimos tres años. Hacer una evaluación es muy prematuro. La razón de estos males es el descuido de la frontera, que permitió que el crimen organizado se colara en nuestro país y que viene operando por lo menos en Arica hace más de dos años.
-¿Han aumentado los problemas entre ariqueños y extranjeros? ¿Hay fractura social en la ciudad?
-Hay un mal ánimo hacia la población venezolana. Son 30 mil migrantes, la mayoría son bolivianos, después viene la población peruana y mucho más abajo la población venezolana. Pero lo que podemos observar acá es un mal ánimo, no una fractura como lo que pasó en Iquique. Hemos trabajado harto para que eso no pase en la ciudad y evitando que los espacios públicos sean tomados.
-¿El centro está ocupado por el comercio callejero?
-Justo ahora hicimos un trabajo de intervención en el centro que lo estamos recuperando. Sacamos al comercio ambulante. Hicimos una intervención bien agresiva en el pasea peatonal que es nuestro Paseo Ahumada. Lo cerramos con rejas, algo que no se ha hecho en otras partes del país, y nos ha dado buenos resultados. El comercio ambulante se redujo en un 90% en este sector. Y sin violencia.