Taiwán: "Chile tiene que aprender de nosotros: creíamos que China era confiable"
Comercio. Las exportaciones de Chile a Taiwán se han reducido en valor, pero debido al menor precio del cobre, dice la encargada de la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en Santiago, Silvia Yu-Chi Liu en conversación con Ex-Ante. Casi el 70% de los envíos a ese país asiático son de esa materia prima.
- Mientras Taiwán es el cuarto socio comercial de Chile en Asia Pacífico, después de China, Japón y Corea del Sur. Y Chile es el tercer socio comercial más importante de Taiwán en América Latina, después de México y Brasil.
- Una de las empresas taiwaneses con mayor penetración de mercado en Chile es Asus, productora de laptop y en especial para gamers, indica Liu. La naviera Evergreen participa en la propiedad de la chilena Ultramar, y en el sur está Ocean Atlantic, una firma pesquera que exporta centollas y locos.
- Taiwán tiene una oficina en Chile, pero no una embajada, porque entre ambos países no existen relaciones diplomáticas. En 1970 Chile reconoció a la República Popular China (RPC) como el único gobierno representante de China, lo que terminó con la idea de que Taiwán ocupara ese papel. Así como Chile, la misma decisión fue tomando la mayoría de los Estados, tanto en el seno de Naciones Unidas como también Estados Unidos. Para Beijing, Taiwán es una “provincia rebelde” sobre la cual clama soberanía. No obstante, Taiwán es de facto un país no solo independiente, sino que además democrático, a diferencia de la RPC hoy encabezada por Xi Jinping.
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El ejemplo de Taiwán. El martes la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., la demócrata Nancy Pelosi, visitó por unas horas Taiwán. El viaje había generado alarmas de seguridad internacional y el propio presidente Xi había advertido a su par norteamericano, Joe Biden, que si la gira se concretaba era “jugar con fuego”.
- Once misiles chinos impactaron en aguas alrededor de la isla de Taiwán, separado por el Estrecho de Formosa a 180 kilómetros de China continental. Las fuerzas armadas chinas desplegaron aviones de combate, bombarderos, buques de guerra y otras embarcaciones, algunos de los cuales atravesaron la demarcación meridional informal que separa ambos países. Beijing también informó que suspendía y cancelaba una serie de iniciativas de diálogo con Washington en materia de cambio climático pero, más inquietante, en coordinación militar.
-¿Cuál es la opinión del gobierno de Taiwán sobre la visita de Nancy Pelosi?
-La versión oficial del gobierno es que le damos la bienvenida a la presidenta Pelosi por valorar la democracia en Taiwán. En forma directa y en acción apoya a Taiwán con su visita.
-¿Se pone en peligro el comercio exterior de Taiwán con Chile y otros países con las acciones de China en ejercicios militares u otros, por problemas en la cadena de suministros?
-En la cadena de valor, desde hace 20 años Taiwán ha potenciado su capacidad de desarrollo de tecnología informática. Una sola empresa, TSMC, es responsable del 60% de la producción mundial de microchips. Si colapsa Taiwán en dos semanas, lo que ocurrirá es el colapso de la cadena de producción de todo el mundo, pues para todo se necesitan chips: autos, computadoras, equipos electrónicos.
Todo el mundo sabe que la extorsión política [de China] siempre ha sido fuerte. Tanto el presidente Trump como el presidente Joe Biden han tenido un acercamiento con Taiwán. Ocurre que Taiwán y China tenemos un marco de entendimiento económico, casi TLC, llamado ECFA (Economic Cooperation Framework Agreement). Y de repente nos avisan, del día a la noche, de que se suspenden las exportaciones de piña a China. Desde el año pasado esto ha sucedido con diferentes productos; por ejemplo, piña, hace unos meses el mero y también chirimoya. Suspenden la importación. No hay un régimen de reglas. Generalmente, las reglas internacionales permitan conversar sobre cuál es el problema, pero ellos no conversan: simplemente cierran la puerta. Eso no solo pasa con nosotros; [también] China con Australia. Ellos tienen relaciones diplomáticas y un TLC, pero porque el entonces primer ministro dijo que estaba de acuerdo con buscar el origen del covid, ellos se molestaron y subieron el arancel. A los países democráticos nos cuesta entender.
Por lo tanto, esto no tiene que ver con la llegada de la presidenta Pelosi. En Taiwán ya estamos acostumbrados.
-¿Qué puede hacer una democracia como Taiwán, entonces?
-Lo tomamos como una oportunidad. Por ejemplo, en el caso de la exportación de piña a China, cambiamos nuestro despliegue: empezamos a exportar piñas a Estados Unidos y buscamos nuevos mercados. En dos años, ya se ha regulado. Y estamos contentos. Lo mismo nos pasó con el mero. Yo creo que esto motiva una reflexión válida para todos: el peligro de depender de un solo mercado. Lo mismo le pasa a Chile: el 92% de las cerezas chilenas llegan a China, pero les podría pasar cualquier cosa el día en que les cierren la puerta por cualquier razón.
-¿Y cómo observan ustedes, en esta oficina, lo que sucede en su patria, a la distancia?
-Nos sentimos preocupados. Pero también lo veo como una oportunidad. Mucha gente se pregunta qué es Taiwán: ‘Es una provincia de China’, pero todo el mundo sabe que no, pero no puede decirlo. Repiten la versión china. Cuando quieren exportar fruta a China, deben hacer otro trámite, no lo hacen con el gobierno chino; cuando alguien viaje a Taiwán, o un taiwanés viaja a Chile, entregamos documentos nuestros, no de China.
-Solo en entidades como Apec Taiwán puede desplegarse con mayor independencia, pero en el resto nadie parece interesado en enfrentarse a China.
-Es que nadie quiere enfrentarse… por ejemplo, se cree que el mercado chino está garantizado y por eso no buscan otros mercados. Los taiwaneses pensábamos lo mismo. Chile tiene que aprender de nosotros: creíamos que China era confiable, somos el principal inversionista en China, exportamos tanto a China, pero cuando cierran las puertas, no pues.
-Y no hay dónde protestar, salvo ante Estados Unidos.
-Lo que mostramos es el poder de Taiwán, que no es de confrontación, sino de diálogo, económico. Quienes hacen negocios con Taiwán conocen bien estos temas. La gente entiende que Taiwán es una democracia vibrante. En 1996 empezamos con las elecciones directas de nuestros presidentes, tenemos los poderes del Estado como en cualquier país democrático, tenemos un gobierno que representa al país y los ciudadanos.
-¿País independiente?
-En mi filosofía, Taiwán siempre ha sido independiente. No hay que declarar la independencia. Reúne todos los requisitos, es indiscutible. De facto es independiente.