-Rusia pidió que Ucrania reconozca a Crimea como rusa y así haría un alto al fuego. ¿Qué significa en términos geopolíticos?
-Si Ucrania accede, significa que la guerra se acaba. Así de importante es lo que sucedió este lunes. Aparte de reconocer a Crimea como territorio ruso, Rusia pide que Donetsk y Lugansk, en el Donbass, sean regiones independientes; finalizar acciones armadas de Ucrania contra las fuerzas rusas; y que Ucrania cambie su Constitución y señale que va a ser un país neutral a perpetuidad, para que no pueda ingresar nunca a la OTAN.
Si esas cosas Ucrania las firma, Rusia cesa las hostilidades y se retira.
-Pero Crimea ya es rusa, está anexada.
-No según la comunidad internacional. Ucrania dice que Crimea es de ellos. El año 2014 Rusia tomó Crimea y después hizo un referéndum donde el 96% aceptó ser ruso. La comunidad internacional no lo reconoce.
-¿Es improbable que Ucrania acepte estas medidas?
-No lo sé, creo que Ucrania no está tan lejos de aceptarlas. Moscú esto lo está pidiendo hace más de siete meses. No es nuevo. El presidente Putin despliega la fuerza, pide estas cuatro cosas y Ucrania dice que no. Rusia amenaza avanzar sobre Ucrania. Y avanzó sobre Ucrania. Ucrania no cede. Rusia siguió avanzando, generando la crisis humanitaria, las sanciones económicas. Llevamos menos de dos semanas de conflicto. El petitorio ruso es claro y anterior al conflicto.
-¿Avanza el asedio contra Kiev?
-En tierra podemos ver que el avance militar ruso fue exitoso, quizá no tan exitoso como ellos lo planificaron en un primer minuto. Pero es evidente que las fuerzas rusas están posicionadas en Ucrania, que están cercando las principales ciudades, que la población está saliendo de Ucrania y que Ucrania ha perdido prácticamente todas sus fuerzas armadas. Por lo tanto, militarmente ha sido exitoso.
Dicho lo anterior, puede que Putin no esté ganando la guerra. Porque la guerra tiene cuatro dimensiones: la puede estar perdiendo en el nivel diplomático, económico, de la información y solo ganando en la parte militar. La parte militar está aportando de manera trascendente al logro del objetivo político, que es garantizar que Ucrania no ingrese a la OTAN.
-¿Cuáles son los movimientos más destacados de esta jornada?
-Son los movimientos ucranianos, que han hecho algunos contrataques en Járkiv. Otro elemento que no teníamos son las protestas anti rusas en las ciudades que Rusia ha ocupado con sus tropas. Son civiles protestando, no es una resistencia armada, pero va a tensionar el ambiente. Está sucediendo en Jerson y sus alrededores. Lo interesante es que Jerson fue entregada por el alcalde, quien se entrevistó con los militares rusos para que no ingresaran de forma violenta. Entraron de forma más o menos tranquila, sin dañar tanto a la población. Hubo combates, pero la ciudad finalmente se rindió.
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-¿La ofensiva rusa va contra el tiempo antes de que aparezca este famoso barro, que impidió el avance de Hitler en la Segunda Guerra?
-El barro no va a eliminar el movimiento de las tropas blindadas sino que las limitaría al empleo de los caminos. Ucrania es un conjunto de ondulaciones poco pronunciadas, está llena de planicies. Los tanques tendrían que circular por los caminos. Así sería más fácil para los ucranianos atacar a las fuerzas rusas. Pero debiera quedar un mes o un mes y medio para que la nieve se comience a derretir y dar origen a la raspútitsa o estación del barro.
-¿Hay combates importantes hacia el sur, cerca de Mariupol?
-Es un puerto importante y las fuerzas rusas lo rodearon por el norte. Hay combate, porque las fuerzas rusas se están uniendo, las que vienen de Crimea con las del Donbass. Las fuerzas que están en Crimea reciben apoyo logístico desde Rusia. Significa que les llega combustible, comida, agua, los heridos son atendidos, las tropas que están cansadas se renuevan por tropas nuevas, circulan camiones. Eso consolida la posición rusa. En Crimea no va a haber vuelta atrás, en ningún caso. Rusia ya lo tiene casi consolidado.
-¿Y también están mirando a Odesa?
-Nuestros últimos análisis muestran que la progresión de Jerson a Odesa tiene elementos complejos. Primero, tiene dos ríos muy grandes que tienen que cruzar las tropas rusas por tierra. Hay que hacer un esfuerzo grande de mover las unidades que ya están en Crimea, por lo tanto dejarían un poco más débil a Crimea para ir hasta Odesa.
Por otra parte Odesa ya está bloqueada por mar, quizá no tiene sentido militar hacer un esfuerzo grande para un objetivo que ya está cumplido.
Podría haber servido políticamente en una negociación. Porque la guerra va a terminar, ojalá pronto. Y cuando termine, se van a sentar a negociar. Si Odesa está en poder de los rusos es probable que Rusia se la devuelva a Ucrania, para que Ucrania no pierda su salida al mar. Rusia quiere a Crimea, no a Odesa. Haría un tremendo esfuerzo para después entregarla.
Así que creemos que no va a ir por Odesa.
-¿Cómo está el asedio a Kiev?
-Ha avanzado. Estimamos que en las próximas 48 hora debiera estar no cerrado el sitio a Kiev, pero ya las tropas bien posicionadas para iniciar el sitio de Kiev. En 96 horas ya debiera estar cerrado el sitio.
-¿Si entran a Kiev un objetivo sería el presidente ucraniano?
-Sí, pero tiene un bemol. Rusia no está en guerra con Ucrania, no hay una declaración de guerra. Matar a Zelensky es un objetivo militar en la práctica. Pero en la parte legal falta la declaración de guerra. ¿Qué creemos que va a suceder? Que las fuerzas van a sitiar Kiev, al estilo de los serbios en Sarajevo en 1993-1995. Esa ciudad estuvo casi tres años sitiada. Pero esto debería ser mucho más corto.
Kiev va a estar sitiada y los rusos van a controlar lo que entre y sale de la ciudad. Lo primero que van a intentar sacar es a los civiles, porque los civiles que no salgan van a ser considerados como combatientes. Van a salir todos los civiles, con ayuda de las tropas rusas. Luego van a cerrar el cerco y en ese minuto va a comenzar el bombardeo nuevamente sobre la ciudad. Pero no van a entrar de inmediato. A menos que no cumplan el objetivo político, las cuatro condiciones.
-¿Cómo sería el escenario de entrar a la capital?
-Si esto se extendiera más las tropas rusas se verían obligadas a entrar a Kiev con tropas de infantería. Porque con los tanques están haciendo el cerco, pero esos tanques no van a entrar a la ciudad. Lo harían con infantería, pero ese trabajo es muy lento, muy desgastante, necesitan muchísima tropa para controlar una ciudad como Kiev con 3 millones de habitantes. En un combate de ciudad son 6 a 1 la proporción necesaria de fuerzas invasoras con las fuerzas de resistencia.
Pero creo que eso no va a pasar. El conflicto va a terminar con el sitio y con la aceptación de las cuatro medidas propuestas. Vamos a ver qué dice Occidente, pero creemos que eso puede ocurrir.
-¿Ucrania va a aceptar estas condiciones?
-Al final las va a aceptar. En 96 horas el sitio de Kiev va a estar hecho. En Jarkiv, la segunda ciudad más importante, se realizó un contrataque ucraniano, pero los efectos van a ser menores. Porque el objetivo estratégico es Kiev. La unidad que pasó por Jarkiv siguió hacia Kiev. Putin lo que quiere es el sitio de Kiev.
-¿Cómo es una ciudad cercada?
-La ciudad queda aislada. Sarajevo estuvo tres años sin electricidad, sin gas. Los serbios dejaban entrar la comida que ellos estimaban conveniente. Y eso fue en el 95. Se nos olvida de repente que la guerra ha estado tan presente.
-¿Los cercos humanitarios podrían funcionar?
-Van a funcionar, porque a ambos les convienen. Minimiza las bajas de Ucrania. A Rusia le conviene que salgan porque los que se queden son combatientes. Mientras menos combatientes haya mejor. Va a ser el momento donde se va a poner a prueba la verdadera voluntad de lucha del pueblo ucraniano. Adentro hay familias completas, que van a tener la posibilidad de tomar un bus. Algunos se van a quedar a combatir, otros se van a ir. Ese va a ser el momento peak de la voluntad de lucha ucraniano. Quizá en ese minuto la ciudad se rinde.