Científicos investigan caracoles de agua por satélite para prevenir la esquistosomiasis, una enfermedad parasitaria crómica que afecta especialmente a países en vía de desarrollo.
Los expertos están utilizando tecnología de satélites para rastrear el movimiento de los caracoles, con el fin de intentar combatir la propagación de una enfermedad parasitaria en África.
La información que arrojan los satélites es usada en Kenya para elaborar mapas de ubicaciones adecuadas para el caracol de agua, que lleva las larvas de gusanos que causan la esquistosomiasis en los seres humanos.
Estos datos pueden indicar qué lugares son más propensos a que se presenten brotes de la enfermedad, para que las organizaciones de salud puedan actuar a tiempo.
Al menos 249 millones de personas necesitaron tratamiento contra la esquistosomiasis en 2012. La OMS calcula que el 90% de los afectados por la enfermedad en el mundo viven en África.
Un trabajo similar se lleva a cabo con insectos que transmiten enfermedades, tales como el mosquito. Los detalles de la investigación se han discutido en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, que se celebra en San José, en California.