Hoy se estrenó la esperada película 50 Sombras de Grey basada en la trilogía literaria del mismo nombre. Aunque se trata de una de las películas de mayor popularidad y éxito comercial del planeta -sólo en Chile vendió 50 mil tickets en preventa- la crítica ha sido exageradamente dura con ella.
Es así como el prestigioso ranking de Internet Movie Database (IMDB) la tiene calificada -a la fecha- con una de las notas más bajas para un estreno de esta magnitud: un 3,2 de un máximo de 10. Este ranking está basado en la votación de los mismos usuarios, los que en este caso ascienden a 9.600.
"He visto The Notebook, eso es romance. Este es un pobre intento de romance. Esto trata de decirte que están locamente enamorados, pero es sólo una relación sexual bizarra", comenta uno de los usuarios.
He visto The Notebook, eso es romance. Este es un pobre intento de romance.
"Esto no era argumento para una película normal, era un complot de porno suave, el cual tiene una terrible actuación en relación al porno real", agrega otro.
IMDB no es el único que ha destrozado el filme de Sam Taylor-Johnson. El mismo Stephen King, afamado escritor estadounidense, señaló a El País que 50 Sombras de Grey es basura.
"Muchos críticos saben que llevo años tratando de demostrar que soy un escritor popular, pero serio. A veces es verdad que lo que vende mucho es muy malo, por ejemplo, 50 sombras de Grey es basura porno para mamás", comentó.
50 sombras de Grey es basura porno para mamás
Otros portales especializados tampoco son generosos con su evaluación. Rotten Tomatoes la calificó con una aprobación del 33%, muy por debajo del promedio que sobrepasa el 50%.
En los reviews de medios como The New York Times los dardos han apuntado contra las escenas sexuales: "Incursiona en la comedia romántica y chapotea en el melodrama, pero la única cosa que no puede ser es pornografía. Las escenas de sexo de la señora Taylor-Johnson no son muy diferentes de otras escenas de sexo de clasificación R", comenta el periodista.
En El País, en tanto, destacan la brillante actuación de la protagonista, Dakota Johnson, pero señalan que "es un negocio que jamás quiso ser arte" y que tiene de todo, menos escenas sexuales: "Por supuesto que es menos subida de tono que Nueve semanas y media, pero el siglo XXI estadounidense sigue navegando en aguas de lo políticamente correcto", comenta este medio.