Las mujeres ofrecen chalecos tejidos a mano, hechos con lana seleccionada por ellas.
Dulce de Limón es un emprendimiento que nació como idea en el año 2017, pero fue en julio de 2020 cuando comenzaron a producir sus productos.
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Este negocio fue creado por una madre y sus dos hijas que en medio de la pandemia, decidieron reinventarse y explotar una de sus pasiones, el tejido.
Constanza Moya, una de sus fundadoras, explicó que comenzó a tejer desde pequeña: "Yo tejo desde los cinco años, mi mamá nos enseñó a tejer a nosotros desde siempre, mi hermana es seca para el crochet, ella teje todo a crochet muy lindo. Yo soy más de palillo, pero en el fondo vamos abarcando todas las áreas", explicó Moya.
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