"Al son de las Tradiciones" es un restaurante ubicado en el kilómetro 15 entre San Pedro de la Paz y Coronel. Su objetivo es juntar el folclore y las tradiciones del campo chileno con el cuidado del medio ambiente.
Eugenia Muñoz, la fundadora de este negocio, anhelaba tener su propio local desde pequeña. Años después se animó y lo construyó de adobe con sus propias manos.
Esta mujer emprendedora es gastrónoma de profesión, pero dice que para sacar adelante su idea tuvo que convertirse en arquitecta, diseñadora e incluso en agricultora. ¿Cómo lo hizo? A continuación, en #EmprendedoresWorkCafé te contamos su historia.
"Esto para mi no es un restaurante, es todo un proyecto donde le mostramos a los clientes las diferentes formas de cuidar el medio ambiente" dijo Eugenia a T13, quien explicó que en "Al son de las Tradiciones" se esmeran en tener buena comida típica, un grato ambiente y en seguir las reglas de las "tres erres": reciclar, reducir y reutilizar.
La emprendedora contó que reutiliza todas las botellas, latas y vidrios del local, obtiene los ingredientes de su huerto y de su granja doméstica, tiene un proyecto fotovoltaico para ahorrar energía, realiza su propio compost con los residuos de la cocina y realiza talleres ecológicos para los clientes, entre muchas cosas más.
"Me gusta cuidar el medio ambiente, y me encanta poder juntarlo con preservar el folclore, tener platos típicos, música criolla y todo lo que es tan tradicional. Tenemos cocina de campo, hay harina tostada, tortillas de rescoldo... todo lo típico. Eso me lo enseñó mi abuela y es lindo cuando un cliente me dice que todas estas cosas tradicionales le recuerdan a su propia abuela", dijo Eugenia.
Luego de cinco años con esta fórmula, los clientes se encariñaron mucho con el lugar. Sin embargo, la crisis sanitaria causó que tuviesen que cerrar las puertas.
A diferencia de la mayoría de los restaurantes, Eugenia no quiso sumarse a vender por delivery porque no quería generar tantos residuos plásticos. Para ella la opción más conveniente fue pedirle a la gente que comprara su comida, pero que llevara sus propias ollas, potes o pailas.
Lo único que entregaba era el ají y el pebre. Esto lo hizo con potes de cartón a los que le sumaba semillas de girasol con indicaciones para hacer crecer una planta. La idea era ayudar a tener más girasoles para la polinización de las abejas.
Toda esta modalidad la hizo solo los fines de semana, con un éxito inesperado, pero cuando ya comenzaron los cordones sanitarios desertó. Desde ahí ha mantenido todo cerrado, esperando las condiciones para una próxima apertura.
"Tenemos que comenzar, como sociedad, a darle más espacio a las mujeres"
Según Eugenia, hoy en día existen oportunidades para las mujeres emprendedoras, pero en su experiencia, son muy difíciles de conseguir.
"Hay talleres y becas y cosas, pero uno tiene que andar buscando. Yo, por ejemplo, que siento que soy un aporte, nunca he tenido ayuda. De repente falta más apoyo, las entidades tienen que apoyar más a las mujeres, que en verdad son las que más emprenden", dijo.
Para Eugenia, una de las cualidades que más sobresalen de una emprendedora es que siempre es una guerrera y tiene constancia, así es capáz de lograr todo. "Yo creo que si no hubiese tenido constancia no hubiese llegado tan lejos. La gente no cree que los sueños se hacen realidad, pero cuando una es mujer y se empodera de todo lo que puede hacer, se pueden conseguir muchas cosas. Para eso también tenemos que comenzar como sociedad a darle más espacio a las mujeres", finalizó Eugenia.
La emprendedora cree con mucha confianza que las condiciones van a mejorar y que va a volver a abrir el local en octubre. Pero por el momento se mantiene realizando sus talleres ecológicos por redes sociales.
Conoce más de este emprendimiento, su carta y sus iniciativas en https://www.alsondelastradiciones.cl/ y en su página de Instagram @alsondelastradicioness.