Como pastelería familiar, se ha mantenido firme durante décadas y cómo no, si cada paso que dan, lo van pensando con amor y dedicación para sus clientes.
Pero como no todo es amor, han tenido que ir reinventándose e incorporando distintos productos y tecnología que los ha permitido seguir en los primeros lugares frente a la competencia.
Su cofundador, Jorge Elorriaga, nos cuenta que son pioneros en el rubro de la repostería. Y si bien comenzaron con los pedidos del vecindario, sus tortas personalizadas lograron expandir rápidamente el radio de venta, transformándolos en un infaltable de matrimonios y otros eventos.
"Cada torta es una pequeña obra de arte, se logran cosas que ni uno se imagina que se pueden lograr", comenta Jorge, quien además dejó a todos invitados a probar su producto estrella la torta Candelle.