La emprendedora que transformó su amor por el bordado en una negocio de alta costura
Atelier Calei es sinónimo de amor por la alta costura. Su origen se remonta a comienzos de 2014 cuando Ignacia Castillo, artista visual y fundadora de la marca, se dedicaba al bordado. En este período trabajaba con diseñadores de vestuario y en paralelo hacía clases sobre lo mismo, siempre considerando que esto era su pasión y a lo que se quería dedicar en el futuro.
Para el crecimiento de "Calei" fue importante el "boca a boca", situación que le permitió crecer y tomar la decisión, a fines de 2015, de dejar su trabajo y dedicarse en un 100% a su emprendimiento. Según comenta Ignacia, fue clave la perseverancia y constancia para que su idea se transformara en un negocio.
Para la fundadora lo más importante de su trabajo es la prolijidad, usar materiales de buena calidad y "hacer cada puntada a consciencia", porque lo que busca que sus creaciones perduren en el tiempo.
Además, en Atelier Calei se ofrecen clases de bordado para todos los niveles: "En cuanto a mi trabajo como profesora, lo que más me importa es poder enseñar este precioso oficio a todas las personas, independiente de si tengan algún conocimiento o no, tengo alumnas que no habían enhebrado una aguja en su vida y terminan bordando maravillas con mostacillas y cristales, y se sienten súper realizadas, y eso para mi es todo. Poder traspasar de la mejor y más completa manera todos mis conocimientos para que luego ellas puedan seguir creando sus propios bordados en sus casas, dando rienda suelta a su creatividad", comentó Castillo.
Debido a la contingencia, este emprendimiento comenzó a desarrollar cursos en línea por Zoom, e incluso creó una plataforma de clases grabadas en www.calei.cl, donde se pueden encontrar dos cursos grabados: "Me emociona leer los reviews de mis alumnas online porque quedan demasiado contentas y satisfechas con todo lo aprendido. En ese sentido yo soy demasiado autoexigente y no doy por terminado algo hasta que sienta que está excelente, de hecho la idea de los cursos grabados viene hace más de dos años, mucho antes de la pandemia, y no lo había lanzado porque estuve todo ese tiempo investigando, probando y mejorando", expresó Ignacia.
En "Calei" están disponibles dos cursos, uno de pedrería donde se enseña a bordar un escarabajo, que cuesta $45.000, y un curso de "goldwork" donde se enseña a bordar el diseño de una abeja, que cuesta $40.000.
Además, entre sus artículos destacan los aros, que dicen son exclusivos, confeccionados a mano y que dependiendo de los materiales tienen un valor que van desde los $25 mil a los $61 mil.
Ignacia busca seguir haciendo crecer esta comunidad de bordado, manteniendo vivo este oficio, que explica ayuda a conectar con la tranquilidad, la meditación, y la creatividad de las personas.