Durante el mes de marzo de 2021, se constituyeron entre el Régimen General (Diario Oficial) y el Régimen Simplificado (RES) 18.184 empresas y sociedades en el país.
Considerando el mismo mes del año anterior, dicha cifra significó un aumento de un 101,2% de empresas y sociedades creadas en Chile.
Esto quiere decir que hay muchas más empresas funcionando hoy en día y, por lo tanto, aumenta la competencia entre los negocios.
Bajo este contexto, ¿cuáles son las claves para que mi negocio pueda diferenciarse de la competencia?
Desde Corfo, se explica que uno de los principales desafíos para las organizaciones es generar ofertas de valor que les permitan diferenciarse de la competencia y ser preferido por sus clientes. En este contexto, "los modelos de negocios son una herramienta para crear, capturar y desarrollar ofertas de valor atractivas", aseguran.
Desde esta perspectiva, las dimensiones claves de base de un modelo de negocio deben ser identificadas con claridad para poder abordar el diseño de un modelo que genere ventajas competitivas. Estos son:
1. Saber cuál es la propuesta de valor
Consiste en entender una serie de atributos de valor esperados por el cliente sobre la base de un “problema/oportunidad” identificado. Esto se logra a partir del trabajo consciente y entrenado en procesos de innovación, de escuchar activamente a nuestro cliente actual o al cliente que quisiéramos tener.
2. Saber cómo se ejecutará la propuesta
El segundo aspecto tiene que ver con cómo una empresa define la forma en que realizará la captura de valor o fórmula de beneficios. Cómo rotará los activos para lograr los rendimientos esperados.
3. Identificar los recursos de la empresa
El tercer aspecto corresponde a identificar los recursos de la organización, tales como los colaboradores, tecnología involucrada, instalaciones y flujo de caja necesario para hacer que la propuesta de valor pueda ser accesible por el cliente. Se debe tener especial atención en la forma en que estos aspectos interactúan entre si y tener presente que estos no necesariamente constituyen un aspecto diferenciador en si mismo.
4. La sincronía de los procesos
El cuarto y último aspecto son el conjunto de procesos clave que permiten que en el ámbito de la gestión y las operaciones la organización pueda entregar una solución que pueda ser repetible y que efectivamente pueda ser un modelo escalable en el tiempo.
