Durante los últimos años, la industria de la gastronomía ha sido revolucionada por nuevos y sofisticados restaurantes, el surgimiento de múltiples apps de delivery y también por la aparición de miles de emprendimientos con foco en esta industria. En esa línea se comenzó a instalar un concepto poco conocido en nuestro país, pero disruptivo y exitoso a nivel internacional: Las “Dark Kitchen”, negocio inmobiliario que arrienda espacios a espacios físicos a negocios gastronómicos que lo requieren.
Sin embargo, dado el continuo crecimiento de la industria culinaria y la competitividad en la misma, los expertos aseguran que ofrecer solo la infraestructura no es suficiente.
De ahí el surgimiento de CoCook, que, a diferencia de las dark kitchens tradicionales, funciona bajo el concepto de “incubadora de negocios gastronómicos”. La innovadora propuesta ofrece diferentes tipos de servicio: dark kitchens, infraestructura habilitada para que operaciones gastronómicas puedan trabajar con sus propios equipos; cocinas colaborativas, zonas completamente equipadas con equipos clase A para pruebas de concepto y emprendimientos; y orientación y asesoría 360º, desde chefs aportando con las recetas y la producción, hasta nutricionistas, permisos y gestión comercial.
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Todo esto pensado en negocios enfocados tanto en delivery como en producción para venta a retail tradicional.
“Las dark kitchens son como arrendar un departamento semi amoblado, donde el cliente se instala llave en mano 24/7 y puede estar operando de inmediato, con todos sus permisos; mientras que las zonas colaborativas son como un hotel, cocinas totalmente equipadas para que los emprendedores puedan cambiar sus costos de capital por costos operativos, manteniendo un control completo de los mismos. Así, al empezar sus negocios, solo pagan por las horas que van tomando a razón de la mayor demanda.”, explica Alan Bermann, fundador de CoCook.
Emprendedores y cocinas ocultas
En el caso de las “cocinas colaborativas”, el objetivo es poner a disposición lo necesario para bajar sus costos y riesgos, al mismo tiempo que optimizar con asesorías y mayor capacidad instalada sus operaciones, aumentando con ello su eficiencia, capacidad de distribución y alcance de ventas. De esta forma, cuando la demanda es lo suficientemente robusta, pueden tomar un riesgo controlado en la inversión de un local, un módulo independiente y equipamiento propio, pero ya habiendo generado una marca, logrado ingresos y con el producto funcionando en el mercado.
“Esto permite que los emprendedores solo se concentren en generar un buen producto, tomar la cantidad de horas dependiendo de la demanda que van teniendo y destinar en potenciar su marca lo que no están invirtiendo en infraestructura. A medida que van creciendo, pueden ir tomando más días y horas”, añade Alan Bermann.
Cabe destacar que “no se le entrega un módulo a un negocio y luego nos olvidamos de él. Al contrario, lo acogemos y le entregamos apoyo completo en todas las etapas hasta asegurarnos que su idea es viable y rentable en el tiempo. Primero lo asesoramos y luego le proveemos de lo que necesite para dar un salto seguro en un mercado tan competitivo”, precisa el fundador de CoCook.
