A pura mano es un emprendimiento creado por Lorena Araya Valenzuela de 56 años, una diseñadora gráfica y artista visual, que trabajó por una década en este último rubro.
"Antes de mi emprendimiento estaba dedicada a las artes visuales, compartía en un taller llamado Caja Negra en Ñuñoa, donde se entrelazaban varias disciplinas artísticas, participaba en proyectos y exposiciones tanto dentro y fuera de Chile, entre los años '90 y '00", comentó Lorena.
Araya explica que siempre ha estado relacionada con las artes visuales, sobre todo con el área gráfica, pero que llegó un momento donde veía difícil vivir de este rubro en nuestro país. Por lo que en el año 2001, si bien seguía haciendo exposiciones, empezó a alejarse de este trabajo, ya que le exigía una alta demanda de tiempo: "Había tenido a la primera de mis dos hijos, por lo que necesitaba incrementar los recursos de tiempo y dinero", estableció la mamá, pero continuó: "En el 2006 nació el segundo, y durante varios años empecé a crear productos a croché, con mosaicos, y otros materiales. Nunca dejé de crear, para mí eso es una necesidad, estar expresándome y haciendo cosas con mis propias manos, no me podía quedar quieta. Y como nunca dejé de crear, tenía muchas ideas y ganas de hacer algo distinto, quería llegar a la gente de otra manera, pero siempre con algo educativo y cultural".
Además, Lorena comenzó a reforzar sus conocimientos con la experiencia de otras personas: "Con los años conocí a muchas mujeres, participé en programas estatales y privados, tomé cursos en universidades que me fui ganando, los que me dieron fuerza y herramientas para lograr mis objetivos. Compartí experiencias con emprendedoras que me motivaron mucho a tomar la decisión de buscar mi camino, con un emprendimiento propio, ahí empecé a comprender que si es algo hecho a mano, es mucho más valorado y tiene un público muy especial", relató la diseñadora gráfica.
En el año 2016 Araya fue parte de una cooperativa de mujeres con las que incluso abrió una tienda en Barrio Italia, pero también comenzó a asistir al Centro de Negocios de Sercotec en la comuna de Independencia, donde se capacitó y asesoró.
En mayo de 2017 logró adjudicarse un Capital Abeja, que es un cofinanciamiento que ofrece el Servicio de Cooperación Técnica: "Mi negocio estaba recién partiendo, podía por fin tener mi emprendimiento de artesanía contemporánea en madera, fue en ese momento que me formalicé, compré materiales, maquinaria, logré adecuar mi casa en un pequeño taller. Con el Capital logré crecer en stock, vender a mayor escala y poder llegar algunas tiendas de turismo, que es lo más me interesaba y siempre ando en busca de estas. Además, como mi padre tiene nociones y estudios sobre maderas, me aconsejó qué comprar y qué máquinas me servían para la producción", afirmó la emprendedora.
La fundadora de A pura mano, explicó que la idea partió por su motivación personal de querer ver productos de artesanía chilena "más representativa, entretenida, original, y con un valor agregado", ya que cuando ella visitaba una feria artesanal, no encontraba los productos o recuerdos que le hubiese gustado llevar como regalos para su familia o amigos: "Algo que fueran sólo de Chile, con materias primas del lugar y con buena factura. Eran más bien productos industriales, reventas, imitaciones o productos de otros países latinoamericanos", remarcó.
También compartió parte de su proceso de crecimiento: "Cuando partí en el 2017 vendía de a poquito, no tenía redes sociales para las empresa, todo lo publicaba por mi Facebook, vendía como unas cinco figuras mensuales. Pero luego de las capacitaciones y cursos que realicé fui progresando, me fue mejor, empecé a ser más visible, y hoy llegó a vender en una buen mes, más de 50 figuras. Pero también ha estado inestable, porque muchas veces le vendía a tiendas que tuvieron que cerrar por pandemia, o a ferias que recién se están reactivando", relató Araya.
En este emprendimiento podrás encontrar principalmente figuras chilenas hechas en madera; diseñadas, recortadas y pintadas a mano. Artículos que representan la flora y fauna nacional, los bailes típicos y religiosos, la gastronomía criolla o distintos paisajes de Chile.
"Siempre voy ideando cosas nuevas y me gusta dar un trato personalizado, si alguien quiere una figura o cuadro con una nueva temática sobre Chile, lo realizo sin problema. Para mi lo más importante es llevar la cultura, nuestra identidad como país, me siento embajadora con mis productos de artesanía contemporánea. Tengo mucho por trasmitir, rescatar y darle valor a toda esa riqueza única que tiene Chile. Con mis figuras de madera hemos dado visibilidad a toda esa belleza que nos rodea", resaltó la artista visual.
Lorena también dice que ha aprendido sobre la importancia de estar presente en redes sociales como Facebook o Instagram, y explica que si bien no es especialista, sigue aprendiendo de ellas para poder dar a conocer su trabajo.
En cuanto a sus productos, A Pura Mano ofrece dentro de la variedad de figuras hechas en madera, algunas que cuentan con pedestal de cobre y textiles. Puedes encontrar aves como; el cóndor, el picaflor de Juan Fernández, el flamenco chileno, o la loica. Animales como; el zorro, el huemul, el pudú o un puma.
Estas figuras van desde los $7 mil hasta los $12 mil, y miden aproximadamente 14 centímetros.
Los personajes clásicos como Violeta Parra, los diablos de la fiesta de La Tirana, o los mapuches con su vestimenta cuestan entre $10 mil y $16 mil.
También ofrece cuadros tipo diorama o 3D, donde busca representar historias y costumbres con paisajes. Dependiendo de sus medidas varían entre los $25 mil, y los $30 mil.
Por otro lado están las acuarelas originales a $18 mil y los imanes de siete centímetros en madera y cerámica a $5 mil cada uno.
Sin embargo, los precios de los productos dependen de la personalización de estos y también de la cantidad de unidades que se soliciten.
Lorena resalta que puede hacer pedidos especiales de otras figuras o cuadros con distintos formatos, y también explica que realiza despachos a todo Chile y varios de sus productos los envía con una empresa de delivery llamada Gallo Negro Envíos, que la han ayudado a potenciar su negocio.
A pura mano trabaja con pedidos al detalle y al por mayor, y el sueño de Lorena es seguir creciendo tanto en Chile como en el exterior. "Quiero tocar el corazón de la gente con mi trabajo, ellos me retroalimentan con sus experiencias, sus historias y eso no tiene precio para mí. Sueño algún día con poder conocer más de mi país de manera presencial, descubrir esos rincones que quiero mostrar, disfrutar de la naturaleza y ver esas aves, flores, personas que me tienen fascinada".