La industria logística es un sector clave en la economía mundial, que abarca desde la gestión de la cadena de suministro, hasta el almacenamiento y transporte de última milla de productos. Sin embargo, a pesar de su importancia y multiplicidad de oportunidades, para expertas de la industria su chapa de sector “masculinizado” sigue pesando en Latinoamérica a la hora de darle más especialización y competitividad en un mercado globalizado.
A nivel global, con la llegada de la digitalización y nuevos cargos de tecnología, la industria ha dado pasos importantes rumbo a la igualdad de género. Según la última encuesta “Women in Supply Chain 2022”, las mujeres representan cerca del 39% de la ocupación de todo el rubro, estando subrepresentadas en cargos de liderazgo.
Sin embargo, en el caso de Chile, según un análisis de la Fundación Conecta Logística con datos del SII del año 2021, se reveló que esta participación es aún menor, alcanzando apenas un 17% de presencia femenina.
Diagnóstico de las expertas
Mabel Leva, directora ejecutiva de Conecta Logística, señala que “tal vez el principal desafío hoy es cultural, tanto desde el interior de las empresas como desde la percepción de la sociedad frente a este tipo de trabajos. La logística ha sido históricamente asociada a labores masculinas, muchas veces porque requería el uso de fuerza física, pero la profesionalización del rubro y la adopción de nuevas tecnologías, permiten liberar esa restricción, quedando ahora el desafío en cómo brindar un ambiente seguro hacia aquellas mujeres que se van sumando”.
Por su parte, Javiera Lyon, gerenta de personas en la startup de logística inteligente SimpliRoute, agrega que “uno de los principales problemas que identificamos es que la cantidad de mujeres que postulan a cargos en industrias de logística y transporte son sustancialmente menores que las de hombres. Se requiere incentivar la formación académica en torno a estos rubros, pero también las empresas privadas y el sector público deben hacerse cargo”.
Sobre lo mismo, Ana María Pérez, académica de logística en Inacap, destaca que “existe un déficit de profesionales preparados para las altas exigencias de los mercados competitivos y con tendencias claras, como la creciente flexibilidad en la entrega de un bien, el eCommerce y la entrega en la última milla. Es aquí donde las mujeres pueden aportar con su capacidad de coordinar diversos actores y llevar a cabo las diversas tareas de las operaciones logísticas, la capacidad de flexibilizar ante los cambios de demanda, la capacidad de reacción, el intercambio de información para estar atentos a los cambios en los mercados de nuestras materias primas o las del proveedor y su compromiso con las organizaciones. Eso aporta mucho valor y marca la diferencia”.