Los debates han acrecentado la preocupación parlamentaria del oficialismo en torno a la candidatura presidencial independiente de Chile Vamos, Sebastián Sichel. Si en el primer encuentro televisivo, las filas de la UDI se desordenaron, esta vez en RN y la UDI aluden a la debilidad territorial de la campaña presidencial.
“Sobre el cuarto retiro, usted dijo que iba a estar atento para que cuando pidieran apoyo de vuelta en las campañas; lo paradójico es que han pasado dos meses y están las campañas de muchos parlamentarios de su sector que están solos, ahora son ellos los que aparentemente no quieren estar con usted...”, fue una de las preguntas a Sichel de la noche de este lunes, en el segundo debate presidencial televisivo de cara a la elección del 21 de noviembre.
“La gracia de las elecciones es que los que votan son los ciudadanos, a ellos les tenemos que hablar. Hay algo demasiado importante -y en mi coalición lo entendemos hace mucho tiempo- que los partidos y nosotros tenemos que trabajar con las personas y no por intermediarios”, se limitó a responder el abanderado, luego de que le mostraron propagandas de los UDI Jacqueline van Rysselberghe y Guillermo Ramírez y los RN Eduardo y Jorge Durán.
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“Hay mucha debilidad territorial”, recalcan en el sector el día después del debate televisivo. Y eso, dicen, se retrata de la siguiente manera: si en cada elección presidencial era habitual que el abanderado del bloque aportara a los parlamentarios con dinero o con propaganda electoral -en boletines o panfletos, donde el presidenciable aparecía con su diputado o senador-, esta vez eso no ha ocurrido. “Ya nadie llega con la cajita, eso es puro amateurismo”, señalan.
Parlamentarios del bloque reconocen que esa acción política responde a algo “básico”: mantener leal a su electorado y de paso conquistar a quienes no lo son. “Pero este comando tiene descuidado a los adherentes”, retrucan en el análisis.
Este ambiente se vive el día después del debate porque líderes de Chile Vamos reconocen que los diputados y senadores no tienen demasiado interés en la carrera presidencial que comenzó a desmembrarse en el primer debate y más aún, relevan, con un hito político: la negación por parte de Sichel sobre si había retirado o no su 10%, hasta que luego de tres días confesó que sí lo había hecho para traspasarlo a un Ahorro Previsional Voluntario (APV).
“Mal debate para la derecha”
En días previos al debate de este lunes, en el sector decían que sería clave el desempeño de Sichel para levantar la candidatura y el ánimo de los partidos para darle su apoyo con fuerza. En el anterior, la UDI había relevado el rol de José Antonio Kast, candidato del Partido Republicano, sobre todo con el argumento de que le estaba hablando de mejor manera a la derecha y, de paso, se dejó ver la inconformidad de las colectividades por la distancia del comando con los dirigentes; cuestión que, en todo caso, se ha intentado reparar.
¿Ganó o perdió Sichel este lunes? “Hubo pequeñas mejoras, pero hay poco tiempo para pequeñas mejoras”, dice un parlamentario, opinión que se repite en el conglomerado. En ese sentido, comentan que estuvo mejor que en el primero, pero que tuvo un gran punto débil: no respondió claramente la pregunta de Yasna Provoste (Unidad Constituyente) sobre si había hecho lobby para el gas en momentos en que ejerció como abogado. “Es muy frustrante ver que con un gran equipo detrás no lleva una respuesta preparada”, comenta un parlamentario.
“Es casi irreversible su pérdida de credibilidad”, dicen, en tanto, los más críticos en la derecha, sobre el repunte que se espera el abanderado oficialista.
Eso sí, relatan que hubo un factor que le dio espacio a Sichel: J. A. Kast no destacó esta vez, de hecho, recalcan que se salió de ese personaje “templado” o “de sentido común” que había sorprendido en sus últimas apariciones. Esto, agregan, ante el “golpe inteligente” de Gabriel Boric (Frente Amplio) sobre los “Panamá Papers”, cuestión que hasta al día siguiente el abanderado republicano siguió aclarando. No solo eso, relevan, sino que también el punto que marcó Sichel sobre la ONU y los Derechos Humanos.
Sin embargo, subrayan, Sichel aún debe afinar al electorado al que le habla. J. A. Kast, añaden, sigue siendo más claro hacia la derecha. “Sichel le está hablando a una centroderecha, a un centro, a un Chile preestallido que ya no existe”, mencionan.
La conclusión de Chile Vamos, en ese sentido, es que no fue un buen debate para la derecha.
Ahora bien, el tema territorial tiene un trasfondo: dicen que es lo único que podría hacer repuntar al abanderado oficialista. Esa idea, en todo caso, viene aparejada por la preocupación del mundo parlamentario por sus propias campañas y cuánto puede perjudicar un abanderado que viene a la baja.
¿Es posible ahora abordar el riesgo de que Sichel quede en cuarto lugar? “Es realista al menos plantearlo”, afirma un dirigente oficialista.
Este martes, en tanto, el candidato Sichel, en conversación con T13, se abrió por primera vez a abordar la baja de su posición en las encuestas -hasta ahora había dicho que siempre los sondeos lo han dado por perdedor- y apuntó a hechos como el cuarto retiro y los Pandora Papers, que acusan al Presidente Piñera de evadir impuestos con la transacción de Dominga en paraísos fiscales.
“Hay cuatro candidatos que están compitiendo más o menos en las mismas condiciones y cualquiera puede pasar a segunda vuelta. Escenarios como que José Antonio Kast y yo podemos pasar o pueden pasar los dos candidatos de izquierda es una probabilidad”, dijo, en tanto, al abordar la segunda vuelta, enfatizando por primera vez igualmente que la carrera no está definida entre Boric y él.