Ignacio Briones acusa "venta de humo": "Partió con Jiles, le siguió Desbordes y ahora se sumó Lavín"
El anuncio de La Moneda de nuevas medidas económicas para enfrentar la pandemia encendió la carrera presidencial en Chile Vamos. Joaquín Lavín y Mario Desbordes estrenaron una inédita alianza para reforzar el llamado a permitir que las personas puedan retirar sus fondos del seguro de cesantía, tomando tácita distancia del plan impulsado por el Presidente Sebastián Piñera. Por contrapartida, Ignacio Briones se cuadró con la batería de propuestas y se puso en la vereda opuesta a sus contendores, denunciando lo que él entiende son planteamientos populistas para enfrentar la crisis económica derivada de la pandemia.
En entrevista con T13, el exministro de Hacienda y abanderado de Evópoli profundiza en esta línea, con duras críticas a sus contendores. Los acusa de vender "humo" y de no tener visión de futuro. Descarta eso sí que esté rompiendo el fair play de la contienda presidencial oficialista. "En ninguna parte respetar las reglas del juego implica silenciarse de levantar la voz que nos parece van en la dirección equivocada", asegura.
- ¿Cuál es su opinión de la alianza Lavín-Desbordes para promover el retiro de los fondos de cesantía para enfrentar la pandemia?
- Mire las alianzas per se no tiene nada de malo. El problema de las alianzas es cuando proponen cosas que le hacen juego a una cierta oposición populista donde sabemos independiente de la propuesta que haga cualquier gobierno, sabemos con anticipación cuál es la respuesta que "es malo" que es "insuficiente". Y en ese contexto, creo que Desbordes y Lavín van a tener que ponerse más creativos, porque cuando uno entra en la cancha de la oposición populista la verdad es que siempre todo será insuficiente y esto no tiene límite. Acá hay que apelar a la seriedad, vivimos un momento complejo. Esperaría de quienes aspiran a liderar el país que tengan una mínima visión de futuro. Y una mínima visión de futuro implica reconocer que hoy tenemos necesidades urgentes estamos aún con la pandemia ahí, hay una luz de esperanza con la vacunación que ha avanzado pero también tenemos que hacernos cargo de cuál es el principal que sigue en el año 2021 y 2022 que es el trabajo, el desempleo. A mi me parece francamente inentendible que se proponga acá vaciar los fondos del seguro de cesantía que están destinados para ir en apoyo de aquellos que temen quedar desempleados. Esa es una mínima visión de futuro pensar en esas personas porque ¿Qué les vamos a decir cuándo no haya plata en el seguro de cesantía?¿Que no hay plata? Eso es francamente sorprendente
- ¿Ha ganado cree usted el populismo entre los candidatos del sector?
- Yo veo con preocupación esa venta de humo, la solución fácil, levantar piedras para ver dónde hay fondos en lugar de hacerse cargo del problema con una cierta mirada de futuro es algo que está ocurriendo. Mire, esto partió con Pamela Jiles le siguió Desbordes y era cosa de tiempo que se sumara Lavín y a mi me preocupa eso. Acá tenemos un desafío hoy pero también tenemos que pensar en el resto del año el año que sigue y sobre todo los desafíos que tenemos como país más adelante. ¿Dónde está esa visión de futuro? Eso es lo que uno le pide a los líderes que pretenden encabezar el país que quieren ser Presidente de La República.
- ¿Cuál es su propuesta? Y ¿Por qué es mejor?
- Acá se da la siguiente paradoja. Hace dos semanas atrás Paula Narváez, del PS, pedía que para evitar un retiro se ocuparan los recursos excedentarios del cobre dado el precio del cobre y resulta que cuando el Gobierno pone US $6 mil millones apelando a esos recursos... Tenemos la respuesta que anticipamos que sigue siendo insuficiente. Cuando se hace lo que se pide, bueno, sigue siendo insuficiente. Por eso esto es un cuento de nunca acabar.
- ¿Y cuál es su propuesta?
- La propuesta nuestra es bien concreta. En primer lugar avancemos en eliminar los privilegios tributarios que existen en Chile, las exenciones tributarias, eso recauda, recauda harto no sólo hoy, también mañana. Nos permite hacernos cargo de la emergencia, de seguir apoyando a las familias en sus caídas de ingreso pero también con los recursos de mañana poder seguir o dar respuestas a las necesidades urgentes que vamos a tener. Curar las fisuras de la pandemia que van a seguir ahì. En materia de salud, de empleo, de educación, y por supuesto también hacernos cargo de los cambios económicos y sociales que el país reclama. Entonces nuestra primera propuesta es avanzar en un acuerdo nacional para eliminar estos privilegios tributarios. Yo cuando era ministro lo propuse en enero, delante de los empresarios en Enade. Lo dije claro y firme y trabajamos en una agenda en ese sentido. Lo trabajamos con la OCDE, con el Fondo Monetario Internacional, llamé a una comisión de economistas de distintos colores políticos, encabezada por Rodrigo Vergara quien hizo una propuesta. Hoy la propuesta está ahí, es cuestión de voluntad política para avanzar.
Hemos planteado dos cosas adicionales. Primero preocuparnos del dolor del empleo, tenemos que fortalecer el empleo y por eso nosotros planteamos generar un nuevo subsidio complementario al actual. Un nuevo subsidio al empleo que fuera directo al bolsillo de los trabajadores y trabajadoras. Agradecemos que el Gobierno haya tomado eso, si bien el monto nos parece insuficiente, nos gustaría que fuera mayor, pero al menos hay una dirección de futuro de hacerse cargo que acá el principal problema es el empleo. En segundo término, hemos planteado también apoyar a las familias en aliviar el endeudamiento y particularmente el costo financiero que signica para la familia. Un ejemplo bien concreto una persona que gana 1 millón de pesos, tiene una deuda de consumo de 2 millones de pesos, sólo en intereses esa persona gana 500 mil pesos al año en servir esa deuda. Lo que proponemos nosotros: un préstamo solidario estatal a tasa cero que tenga como fin único refinanciar esa deuda cara, por una deuda tasa cero. Con eso usted le devuelve a las familias 500 mil pesos al año, es un alivio y es equivalente a medio sueldo.
- ¿Usted sería partidario de un bono universal sin focalización?
- Yo no estoy de acuerdo porque universal significa que llega a todos. Incluyéndome. Yo no estoy de acuerdo con que a mi me llegue un bono. No estoy de acuerdo con que a un parlamentario le llegue un bono, con que a una alto ejecutivo le llegue, o a un empresario que le está yendo bien. Creo que es de sentido común y hay que entender que cuando uno le entrega un bono a una persona que no lo necesita, estoy restando plata que podría destinarla a las personas que sí lo necesitan. Tengamos a la vista que acá tampoco hay una focalización extrema como aquí se plantea livianamente. Cuando usted tiene un IFE que se ha anunciado que llegará a 9 millones de personas, a uno de cada dos chilenos, yo pregunto ¿eso es focalización excesiva?. Se da la paradoja que sectores moderados de la oposición, como el senador Lagos Weber parte por reconocer que los montos que se han planteado son significativos, por valorarlos, que van en la dirección correcta y que lo que corresponde en el Congreso es analizarlo, ver el detalle cómo se reparte como podemos mejorarlo. Si usted parte diciendo que el vaso está vacío creo que estamos en un mal pie.
- Algunos dicen que por sus críticas se acaba un poco el fair play...
- Vuelvo a insistir, la crítica no es a la alianza. Bienvenidas las alianzas, pero uno tiene el deber de levantar la voz cuando se proponen medidas que van en sentido contrario que son malas medidas. Cómo es posible que yo plantee vaciar el seguro de cesantía en un momento en que enfrentamos una coyuntura en el mercado laboral que está ahí. No es en 10 años más, es hoy. Hay que distinguir fair play de la capacidad de levantar una crítica con argumentos que es lo que yo he hecho.
- ¿Sigue habiendo fair play?
Claro, el fair play significa juego limpio, respetar las reglas del juego, pero en ninguna parte respetar las reglas del juego implica silenciarse de levantar la voz que nos parece van en la dirección equivocada.
- Pero usted también criticó a Sebastián Sichel, que no tenía estructura partidaria.
Yo estoy preocupado de mi campaña, con mis equipos. Estamos trabajando duro porque tenemos la convicción que vamos a ganar para liderar el cambio que el país necesita. La política como la conocíamos se acabó. Enfrentamos desafíos fundamentales que requieren audacia, requieren un reformismo potente, pero también hablar con mucha honestidad a las personas sobre qué se puede y qué no. Eso no implica renunciar a una agenda ambiciosa, significa no vender humo. Creo que el riesgo que enfrentamos hoy es la venta de humo, los ofertones. El desprestigio que tiene la política es enorme y en la base de esa credibilidad está esto mismo, esta tentación que tienen todos los políticos de darse vuelta la chaqueta con una calculadora y encuesta en mano de prometer lo que saben que no se puede honrar.
- ¿Se siente inhabilitado en este debate de las ayudas sociales por haber sido ministro de Hacienda? Generalmente le enrostran eso.
Para nada acá lo que hay que separar es la política pequeña las personas están cansada de esa política que vive en Marte. Las personas quieren que nos pongamos de acuerdo, están cansadas de las peleas de izquierda y derecha. Sobre el costo de la vida estamos diciendo que hay muchas personas que les está costando llegar a fin de mes. Tiene que ver con el precio de los insumos básicos, la propiedad, transporte público y nosotros tenemos propuestas en todas esas materias. Lo sorprendente es que se critique cuando lo inusual, lo que debiera sorprender en positivo es una candidatura que ponga en el centro de sus propuestas el costo de la vida. Quién podría estar en desacuerdo con eso.
- Y qué le parece Joaquín Lavín como candidato, más allá de sus propuestas?
Me parece que es una persona que tiene una larga trayectoria como alcalde, es muy conocido, ha estado en el servicio público, pero creo que estamos hoy en candidaturas distintas. Cada uno tiene sus ideas, nosotros venimos a renovar, el alcalde Lavín es parte de la política más tradicional...
- ¿De la vieja política?
No, no diría de la vieja política no me gusta calificar, pero es una persona que ha estado ahí. Hoy se necesita aire fresco, ideas, convicción, liderazgos firmes, confiables y sobre todo mucha apertura al diálogo. La única manera de hacer las reformas que necesitamos es cruzar los grupos de interés que lotean el campo y yo no le debo nada a ningún grupo de interés. Eso requiere liderazgo y firmeza, pero al mismo tiempo, apertura al diálogo porque los cambios se hacen con buenos acuerdos. En mi rol como ministro lideré varios acuerdos, creo que tengo ese rol de acuerdos.