“Muchos han dicho que no”. Esa es la principal afirmación que hacen en Chile Vamos en torno a los potenciales candidatos para la senaduría de la Región Metropolitana.
El desafío es complejo: luego de la debacle electoral de mayo, en el sector saben que han perdido su ascendencia en la capital y, por tanto, el bolsón de votos necesario para triunfar en Santiago se hace difícil de lograr.
Si en 2013, los cuatro candidatos al Senado por la Región Metropolitana (RM) de la entonces Alianza -Andrés Allamand, Manuel José Ossandón, Laurence Golborne y Pablo Zalaquett- obtuvieron un millón 65 mil votos, en la última elección de constituyentes, el pacto Vamos por Chile logró en la Metropolitana solo 481.306 votos. De hecho, a nivel nacional, la derecha tuvo una adhesión de un millón 173 mil electores, un poco más que solo en la RM en 2013, que fue entonces la última medición senatorial de la capital.
Exministros como Jaime Mañalich y Gonzalo Blumel han sido consultados por los partidos de Chile Vamos para competir, sin embargo, comentan, han entregado un rotundo no. “En política no hay que descartar nada, hasta último minuto todo puede cambiar”, advierten. Pero lo cierto es que hay pocas esperanzas en el sector.
En las colectividades, además, han hecho mediciones internas para posicionar a sus posibles cartas. En la UDI, incluso, hace unas semanas sonó el nombre de la secretaria general, María José Hoffmann, no obstante, comentan, no obtuvo buenos resultados.
En esa línea, ha surgido el nombre del actual diputado del distrito 10, Jorge Alessandri, quien, dicen en el gremialismo, habría aceptado competir si es que la colectividad encuentra un buen compañero de lista para sumar adhesiones. El parlamentario ha sido sometido a sondeos y, recalcan, obtiene números positivos.
La UDI, en todo caso, tiene un desafío mayor, pues en 2013 justamente perdió su representación -ganaron dos RN- que habían ostentado figuras como Jovino Novoa y Pablo Longueira.
Hoy nuevamente RN tiene dos opciones catalogadas como fuertes en la zona: Manuel José Ossandón y Marcela Sabat. En ese sentido, este es el único partido de la derecha que tiene zanjada sus cartas aquí. En todo caso, esa colectividad también enfrenta el desafío de “dar vuelta” su preocupante resultado municipal. RN fue el partido de Chile Vamos que perdió más alcaldías.
Evópoli, en tanto, dicen en RN y la UDI, es un partido que debería omitirse en la zona, pues su carta fuerte, el diputado del distrito 10, Luciano Cruz-Coke, tendría casi declinado competir por la senaduría de Santiago. De hecho, está mirando la Región del Ñuble, donde, dicen, tiene excelentes números.
El partido más joven de la coalición, además, no tuvo éxito en la gobernación metropolitana con Catalina Parot, quien obtuvo el cuarto lugar en la elección de mayo, por debajo incluso de la candidata del Partido Ecologista Verde.
No obstante, en la directiva de Evópoli afirman que siguen buscando candidatos para presentar en la senaduría de Santiago.
Los números, enfatizan en el oficialismo, son desoladores para todos: si la derecha, antes del plebiscito del 25 de octubre, tenía esperanza en obtener tres senadores, hoy no hay nadie que diga eso. ¿La expectativa? Dos senadores de cinco que se deben elegir el próximo 21 de noviembre.
Otro frente de amenaza para Chile Vamos es que, hasta ahora, el bloque enfrentará dichos comicios sin el Partido Republicano de José Antonio Kast. De hecho, los republicanos ya informaron públicamente de su pacto “Frente Social Cristiano”, junto al Partido Conservador Cristiano, para enfrentar la elección, por lo que, entonces, el electorado de derecha se dividirá, lo que resta votos a la lista oficialista.
En ese sentido, en la colectividad de J. A. Kast enfatizan en que llevarán candidatos a lo largo de todo Chile. Así, hoy dos militantes suenan como posibles competidores en la senaduría de Santiago: el exparlamentario y excandidato a gobernador metropolitano, Rojo Edwards, y el diputado exUDI Ignacio Urrutia. Ambos aún están analizando el escenario.