Gonzalo Müller: “Cada candidato le sigue hablando a su propio público, no corrieron muchos riesgos”
-Con tan poco tiempo para la elección, la clave del debate era no equivocarse. ¿Quién fue el perdedor y por qué? ¿Tendrá consecuencias en el resultado?
-Había una alta expectativa sobre este debate como una última valla frente a la elección presidencial. Yo creo que los próximos días van a ser importantes, porque no se acaba hoy día la elección. Fue un debate más parecido al tono de la campaña y por debajo de las expectativas y del rating. Es una campaña estrecha, a ratos muy ruda. Cuesta definir claramente un ganador y un perdedor. Cada candidato le sigue hablando a su propio público. Siguen estableciendo lo que dicen como “la verdad” y viendo contradicción en el otro, pero sin argumentar y sin conectar finalmente con el electorado indeciso.
-¿Quién tuvo mejor manejo escénico? ¿Boric se vio enojado por momentos y Kast algo apagado?
-Kast sigue muy apegado a un rol de serenidad, que transmite tranquilidad, basado en su eslogan “Todo va a estar bien”, pero a ratos se echa de menos un quiebre en esa monotonía. El caso de Boric, si bien se ha esmerado mucho en tratar de controlar su ansiedad, a ratos la ansiedad le gana, a ratos se apura mucho y cuando se apura normalmente se equivoca.
-Uno de los temas decisivos es el económico. ¿Qué dudas y certezas deja cada uno en esta materia?
-Se pueden valorar mucho las coincidencias entre ambos. Se vuelve a hablar de crecimiento y de generación de empleo. Boric pierde el miedo a estar de acuerdo con Kast, pierde el miedo a valorar aspectos positivos del gobierno de Sebastián Piñera y por lo tanto denota esa necesidad de todo voto es relevante y esa moderación que lo está llevando a cambiar su discurso de manera sustantiva.
En materia económica este refuerzo de los equipos como un mantra es un punto para Kast porque lograr instalar que Boric, a diferencia de él, no escucha a sus asesores. “Si usted convoca a los expertos hay que hacerles caso cuando toma decisiones”, dice Kast, a mi modo de ver correctamente.
-“Lo bueno hay que mantenerlo”. “Seré un presidente de todos los chilenos”. Boric se mostró especialmente moderado en este debate. ¿Lo viste así o te pareció forzado?
-El lenguaje de Boric de segunda vuelta es muy distinto al de la primera. Y ha tratado de ir moderándose no sólo en tema como las tradiciones. El rodeo es un buen ícono de cómo Boric está tratando de llegar a públicos que no lo estaban escuchando, especialmente en la zona centro sur, donde esa cultura de campo le fue tan esquiva en votos.
Boric está muy seguro de su voto duro y no tiene miedo a contrariarlo. No tiene miedo a decir que el PC es uno más. No tiene miedo a decir que el presidente va a ser él y no les va a hacer caso. No tiene miedo a poner en duda que algunas de la propuesta de la primera vuelta las va a frenar. Es una apuesta arriesgada, porque se basa en la credibilidad de que va a ser capaz de sostener en el gobierno las cosas que está diciendo en la segunda vuelta.
-Boric dijo que el fin de las AFP era transable, lo cual Kast acusó que era una voltereta. ¿Fue suficiente la explicación de Boric? ¿Se vio débil en este tema?
-Que se haya salido de este eslogan es un signo de este nuevo Boric, que se va despegando de la izquierda dura y avanza hacia una coalición distinta para gobernar de la que lo apoyó en las primarias. Está dando señales de que Apruebo Dignidad pertenece al pasado y que ya está visualizando una nueva alianza para apoyar su gobierno. Boric tiene una necesidad imperiosa de transmitir tranquilidad, porque es un sentimiento mayoritario de los chilenos: no quieres más turbulencias, más desorden y más incertidumbres.
El tema de las AFP ha sido un flanco débil permanente de la campaña de Boric, no sólo porque tiene que desdecir al senador Latorre y a los expertos, sino porque él tiene que estar frecuentemente corrigiéndose y aclarándose. Esto habla de una posición que es confusa. No es categórico cuando habla de los fondos heredables, sino que lo pone en condicional. Esa vaguedad le juega en contra en un tema como las pensiones, con conceptos tan importantes para los chilenos con las cotizaciones individuales o el sentimiento de propiedad sobre los fondos.
-Boric se enredó otra vez con las cifras en el tema de las AFP. ¿Logró superar el momento? ¿Cómo lo hizo Kast en este punto?
-Cada vez que el candidato Boric se acerca a un tema en que tenga que manejar cifras específicas o el conocimiento de una reforma que él mismo está impulsando, se enreda. Esa falta de claridad genera dudas, especialmente dañinas en materias como pensiones o economía. Ahora ese momento lo lorgó sortear y Kast no supo abrochar. Son pocos los momentos en que Kast logra capitalizar las debilidades de su adversario. Ambos fueron muy cautelosos y no corrieron muchos riesgos.
-Kast habló varias veces de Boric, felicitándolo por sus cambios de opinión. ¿Fue una táctica adecuada?
-Creo que la táctica de Kast de estar constantemente felicitando a Boric por sus cambios es una ironía, que quizá sea difícil de entender y es un error cuando uno quiere poner sobre la mesa las dudas sobre la credibilidad. Al felicitarlo, puede hacer creer que lo está aceptando. El público no está para sutilezas ni ironías, sino que está buscando posiciones más claras.