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Diario Financiero

Socios de Arturo Vidal: "Las confianzas están quebradas"

Socios de Arturo Vidal: "Las confianzas están quebradas"
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En abril Arturo Vidal presentó una querella acusando a su primo Carlos Albornoz de administración desleal y celebración de contrato simulado. Además, MPAL, empresa ligada a Víctor Hugo Albornoz, apareció en una investigación de la Fiscalía en un caso de lavado de dinero que también involucra al “Rey”. Acá, ambos Albornoz, por primera vez, entregan su versión de los hechos.

“Con Arturo vivíamos a pocas cuadras en El Huasco (población en San Joaquín). Yo lo llevé a Colo Colo, al colegio, dormía conmigo cuando era chico, lo bañaba. Arturo siempre ha sido un niño adorable, lo sigue siendo. Siempre me dijo tío, nunca me tuteó. Estuvimos así hasta marzo”, relata Víctor Hugo Albornoz (49), empresario, y primo en segundo grado de Arturo Vidal.

Esta semana el futbolista -referente de la Selección y uno de los deportistas locales con más éxitos internacionales en la historia- estuvo en Chile, pero no cruzó ni una palabra con sus primos Carlos y Víctor Hugo Albornoz. No lo hace desde marzo, cuando, según Carlos, se congeló la relación, a pesar de los negocios que mantienen en conjunto.

La razón de la distancia son dos elementos centrales: los malos resultados financieros del Club Chicureo -del cual el “Rey” tiene el 60% y los hermanos Albornoz un 40%- y lo más complicado, la indagatoria que inició la Fiscalía Regional de Coquimbo respecto a un supuesto lavado de activos que afectaría indirectamente a Vidal y sus primos.

El caso estalló cuando el mediocampista se enteró de que en 2017 un tercero, desconocido para las partes -llamado Claudio Andrade-, se hizo pasar por socio de Arturo Vidal y trató de cambiar en la Municipalidad de Coquimbo el tipo de uso de suelo de un terreno de 10 hectáreas en el sector de El Panul. El paño era (y sigue siendo) propiedad del “King”. ¿Por qué intentó la movida?

El caso -que reveló La Tercera el domingo pasado- es de carácter reservado, por lo que no se conocen detalles. Lo que sí está claro es que la pesquisa está en manos del Ministerio Público, el cual investiga que Andrade habría querido comprar el terreno al futbolista para lavar el dinero de una estafa que realizó a un empresario francés en 2010 y por la cual Andrade está cumpliendo condena.

¿Por qué esto salpica a los hermanos Albornoz? Porque Andrade habría sacado la información de la red societaria de Vidal de José Manuel Amenábar, un ex banquero  -murió en enero de este año por cáncer- que asesoró a la empresa Manufacturas de Producción de Aluminio y Otros Limitada (MPAL), de la cual Víctor Hugo Albornoz es su único dueño.

Todo esto, además, se juntó con una querella que Vidal ingresó al Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago el 21 de abril de este año. La acción iba en contra de Carlos Albornoz, a quien acusó de los delitos de administración desleal y celebración de contrato simulado. En el documento se establece que se realizaron traspasos de recursos que él nunca autorizó, así como préstamos millonarios donde él aparecía como aval. Además, esta semana el deportista amplió la querella, agregando los presuntos delitos de negociación incompatible y obtención fraudulenta de créditos. En ella expone que se usaron recursos del Club Chicureo para pagar deudas de otras empresas ligadas a los hermanos Albornoz.

Desde ahí, en el entorno de la familia del mediocampista del Inter de Milán se ha generado una batahola de reacciones y ofensivas judiciales. El círculo de Albornoz fichó al abogado penalista Juan Domingo Acosta para delinear su respuesta ante la acusación de Vidal, quien está siendo asesorado por los juristas Felipe Barruel, Cedrick Patrick Miranda y Susana Borzutzky. “Era importante mostrarle una señal al entorno de que nosotros somos gente seria y responsable. Tenemos un prestigio que cuidar, y por eso nos acercamos a Juan Domingo, le explicamos el caso y hoy estamos trabajando codo a codo con él”, explica Carlos, psicólogo y exacadémico de la UDD.

Respecto a estos dos casos -la investigación de la Fiscalía de lavado de dinero y la querella en contra de Carlos Albornoz-, dicen que son “asuntos completamente separados” y que están dispuestos a esclarecer todas las dudas del Ministerio Público. Aquí, los primos de Arturo Vidal entregan su versión de los hechos.

“Es una querella instrumental con fines comunicacionales”

Carlos Albornoz es una de las figuras más relevantes de los negocios de Arturo Vidal. O al menos lo fue en un comienzo. Lo asesoró en una serie de inversiones y compras que, según él, le iban a traer rentabilidades a largo plazo. “Yo trabajé con él muy intensamente entre 2014 y 2015, pero al darme cuenta de que no era un inversionista serio y estable, preferí acotar nuestro trabajo en conjunto”, explica Carlos, quien no estuvo -dice- detrás de inversiones del futbolista en la hípica, en hoteles, constructoras, entre otras.

La inversión más grande en conjunto fue el Club Chicureo, un recinto deportivo que compraron en 2014 por UF 80 mil (unos $ 4.000 millones), a través de la sociedad Inversiones Vidal II. Tanto el futbolista como los hermanos Albornoz pusieron un pie para conseguir el crédito hipotecario.

“Arturo puso $ 170 millones al comienzo y de ahí no agregó un peso más”, comenta Carlos.

Respecto a la querella -que lo acusa de pedir préstamos a nombre de Inversiones Vidal II y donde Arturo Vidal aparece como aval-, Carlos Albornoz dice que se trata de una “querella instrumental, con fines comunicacionales” y que fue redactada bajo lógicas civiles, no penales. “Es por eso que tuvo que cambiar de abogado”, complementa.

-En la querella aparece que el 21 de junio de 2021 te transferiste la parcela Nº21 -que antes era de propiedad del Club Chicureo- a tu nombre. ¿Qué dices al respecto?

-El Club Chicureo estaba en un predio comercial. Detrás de eso había dos parcelas que tenían cuatro canchas de tenis en un terreno rural (que también eran de la sociedad), lo que nos generó un conflicto con la comunidad del condominio. Es por eso que propuse comprar la parcela Nº21, donde estaban las canchas, y que Arturo adquiriera la Nº22.

-¿Entonces Arturo Vidal sí sabía de este movimiento?

-Se hizo una reunión de directorio y lo compré por casi el doble del precio que Inversiones Vidal II lo adquirió, o sea, fue un buen negocio para el club. Puede que sea reprochable, pero puedo decir que estuvo autorizado por Arturo, están los WhatsApp, el directorio, el pago y el crédito.

-También se acusa que se efectuaron préstamos donde Arturo Vidal aparece como aval sin su consentimiento y que estos recursos fueron destinados a la empresa Manufacturas de Producción de Aluminio y Otros Limitada (MPAL).

-El club se compró con crédito. Nunca ha habido liquidez para poder sacar recursos y mandarlos a otra empresa. Sí, el club debe     $ 3.800 millones, esa deuda es por lo que se pagó por el predio, no es que la plata se fue para otro lado. Por lo tanto no es así. El club e Inversiones Vidal II no ha mandado dinero a otras empresas.

Esta semana Arturo Vidal amplió su querella y agregó los delitos de negociación incompatible y obtención fraudulenta de créditos. Ante esto, Albornoz afirma que se rompió “un pacto de caballeros”, porque los equipos legales estaban en conversaciones amistosas para llegar a un acuerdo.

“Estábamos en un proceso de negociación de compra o venta de las acciones del club”, reconoce el psicólogo. “Las confianzas se quebraron. A nosotros nos parece lamentable que se mezcle el negocio con temas personales, pero entendemos que en cualquier aventura empresarial las confianzas se pueden quebrar. Y cuando eso pasa, lo más sano es que un socio compre o venda”.

“Estamos súper claros que es difícil que sigamos juntos. Y también me temo que Arturo está sin dinero, porque está con todas sus cuentas reventadas. Entonces estamos en una situación compleja, teníamos un interlocutor que era Fernando Felicevich, y él, en vez de facilitar las cosas, apagó el fuego con bencina”, confiesa.

-En el proceso judicial iniciado por Arturo Vidal declaró un testigo anónimo que acusó irregularidades en la gestión contable del Club Chicureo, el cual tú administras. ¿Sabes quién es?

-Se llama José Jara. Fue un asistente contable que trabajó muchos años al lado nuestro. Él asume que la deuda no era del club, pero también dice que no tenía acceso muy detallado a la información, ya que él ocupaba un rol de tesorería. Nos descoloca que se amplíe una querella por hechos falsos.

-Además se estipula que se emitieron boletas y facturas por servicios que nunca fueron prestados...

-Yo no sé a qué se refiere. Me gustaría que hubiese sido más específico, que hubiera dicho los montos, el periodo, los receptores. Es una acusación imprecisa, irresponsable. Agarraron a Jara, lo sentaron y le pidieron su versión.

-También se menciona que existieron transferencias del Club Chicureo a la sociedad Human Talent, de la cual tú eres socio.

-Es una empresa consultora que tengo hace 15 años y de la cual soy 100% dueño. De hecho Club Chicureo le debe plata a Human Talent. 

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“José Manuel Amenábar nunca trabajó en MPAL”

Víctor Hugo Albornoz cuenta que apadrinó al futbolista cuando éste tenía 11 años. En 1999, luego de trabajar en la empresa Alusa, decidió constituir su propia empresa de empaques. La bautizó Manufacturas de Producción de Aluminio y Otros Limitada (MPAL) y se asoció a Nicolás Lederer, hijo de un empresario de origen austrohúngaro.

Actualmente la empresa, asegura, tiene buenos resultados y exporta a diversos países de Latinoamérica. Producen productos de aluminio -como rollos y envoltorios para chocolates, yogurt, entre otros- y los venden a proveedores como Nestlé, Coca-Cola y el retail nacional (como Jumbo y Tottus). Albornoz enfatiza que todo su crecimiento ha estado apalancado a créditos bancarios.

Entre 2016 y 2018 Arturo Vidal formó parte de la propiedad de MPAL, luego de que su primo Carlos le recomendara comprar acciones de la firma.

“Le dije que era un buen complemento a la estrategia de inversión que estábamos armando. Tenía su carrera ascendente. Yo pensaba que iba a madurar, que dejaría de carretear y tomar, que se iba a ordenar. Negociamos un precio y cerramos en $ 380 millones en tres pagos semestrales, un súper buen deal”, dice Carlos.

Y agrega: “Pero al mismo tiempo él se metió en el tema de los caballos súper fuerte. Se compró 20 caballos fina sangre en Kentucky, EEUU, que después no pudo pagar. Estaba perdiendo US$ 1,5 millones. En un minuto él me dice ‘quiero vender las acciones de MPAL para poder traer estos caballos, porque voy a perder mucha plata’”.

Semanas después Arturo Vidal vendió sus acciones a Víctor Hugo Albornoz, quien se quedó con el 100% de la propiedad.

El nombre de la compañía actualmente está en la carpeta investigativa de la Fiscalía Regional de Coquimbo por un supuesto caso de lavado de activos. La historia, en términos resumidos, es así: en 2017 un hombre llamado Claudio Andrade llegó a la municipalidad de Coquimbo y se hizo pasar como socio de Arturo Vidal. Dijo que venía de parte del futbolista, porque éste quería construir viviendas sociales en un terreno de su propiedad ubicado en el sector de La Herradura y que buscaba cambiar el uso de suelo en la zona.

Luego de varias diligencias, funcionarios de la municipalidad sospecharon y avisaron al Ministerio Público, el cual, actualmente, está investigando un posible caso de lavado de dinero que salpica a Vidal y MPAL.

¿Cuál era el objetivo de Andrade? La respuesta aún no se sabe, pero una teoría es que buscaba comprar el terreno de Vidal para luego venderlo más caro y así lavar el dinero de una estafa por US$ 7 millones que efectuó en 2010 a Dominique Massenez, un empresario francés, ex dueño de la viña Chateau Los Boldos. La otra, es que estaba vinculado a los primos de Vidal y que éstos querían aumentar su patrimonio de forma ilegal. Esto último, es negado por Carlos y Víctor Hugo.

Andrade habría logrado conseguir información de la red societaria de Arturo Vidal por parte de José Manuel Amenábar, un ex banquero que asesoró a MPAL. Además, tuvo, durante años, una larga relación de amistad con Víctor Hugo Albornoz, al coincidir en un grupo de iglesia. Amenábar murió de cáncer en enero de este año.

“La estrategia del abogado de Dominique es abrir las cuentas de MPAL, las de Vidal, las del municipio, las de Claudio Andrade. Él lo que anda buscando son sus US$ 7 millones”, opina Carlos Albornoz.

-Antes de esto, ¿habías escuchado hablar de Claudio Andrade?

-(Víctor Hugo Albornoz) No.

-¿José Manuel Amenábar trabajó en MPAL?

-(VA) Nunca tuvo un contrato, solamente asesoró a la empresa.

-Pero firmaba como gerente en algunos de sus correos…

-(VA) Yo a eso nunca le di mucha importancia.

-¿Cuál habría sido el interés de Andrade de gestionar el cambio de uso de suelo?

- (Carlos Albornoz) Esto es una especulación, pero yo creo que él quería que Amenábar comprara el terreno por $ 350 millones para vendérselo al Serviu en $ 800 millones.

-¿Han hablado con el Ministerio Público?

-(CA) No, pero Juan Domingo Acosta está instruido para ponerse en contacto con ellos.

-¿Desde que se destapó el caso han hablado con Claudio Andrade?

-(CA) No.

-¿Cuánto vendió MPAL el año pasado?

-(VA) El 2021 vendimos $ 9 mil millones.

La demanda del Security

El 17 de mayo el Banco Security ingresó una demanda al Décimo Juzgado Civil de Santiago en contra de Inversiones Vimat SpA, una sociedad de inversiones ligada a Arturo Vidal y su exmujer María Teresa Matus. Su principal línea de negocio son los bienes raíces, con inversiones en propiedades en La Herradura (Coquimbo), Algarrobo (Valparaíso), entre otros.

En la acción judicial el banco establece que la sociedad “no ha dado cumplimiento a su obligación de pago a contar del 10 de marzo de 2022, adeudando 84 dividendos impagos, equivalentes a la suma de $ 59 millones”. También establecen que existe otro crédito impago (83 dividendos), cuya suma alcanza los UF 2.970 (unos $ 97 millones).

Ante esto, Carlos Albornoz dice que él ya no es representante legal de la sociedad desde marzo de 2022, que él le advirtió a las personas que quedaron a cargo que pagaran los dividendos correspondientes y que presentó un recurso de nulidad. “Ese es el único indicio que yo tengo de que Arturo está quebrado o no le interesa nada (sus negocios). Está preocupado de bailar en Ibiza en vez de gestionar su patrimonio”, concluye.

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