Los accionistas de Itaú sellaron un importante hito durante la mañana de este jueves: aprobaron la eliminación del nombre de Corpbanca, que acompañaba a la compañía desde 2016, año en que se materializó la fusión entre la firma de capitales brasileños y el banco ligado a la familia Saieh.
La cita, que tuvo una duración de una hora y se realizó de manera telemática, contó con una presentación del gerente general del banco, Gabriel Moura, que explicó los detalles de todos los cambios que se propusieron.
Esto, pues no solamente estaba en la tabla el cambio del nombre legal del banco, sino que también disminuir el número de directores titulares de 11 a siete y los suplentes de dos a uno; y reducir el número de acciones en las que se divide el capital social del banco. Todas las materias fueron aprobadas por los accionistas.
Con la supresión de Corpbanca de los registros legales de la entidad financiera, Itaú comenzará a operar con el nombre legal que utiliza en otros mercados, tales como en Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
Mediante este paso, la entidad deja atrás su vinculación con Corpbanca, el banco ligado a la familia Saieh y que pasaron a ser socios de Itaú Unibanco mediante la fusión de ambas entidades que se concretó en 2016.
Cuando se materializó la fusión hace siete años, la familia Saieh mantenía el 31% de Itaú Corpbanca y 35,71% estaba bajo Itaú Unibanco.
Hoy los porcentajes son distintos. El banco actualmente es controlado por Itaú Unibanco, que mantiene el 65,62% de la propiedad del banco y el restante 34,38% está en manos de diversos accionistas.
La familia Saieh salió el año pasado de la propiedad de la compañía tras aprobarse el proceso de reorganización judicial de CorpGroup Banking (CGB) -la sociedad con la cual participaba del negocio bancario- que llevaron adelante en Estados Unidos tras acogerse en 2021 al Capítulo 11 del Código de Quiebras ante el Tribunal de Delaware luego que en octubre de 2020 entró en default ante la imposibilidad de cumplir con las obligaciones financieras de un bono por US$ 500 millones.
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Este proceso culminó con la entrada de los activos de CGB -que eran las acciones de Itaú Corpbanca- a sus acreedores, incluyendo el propio Itaú Unibanco dentro de la numerosa lista. Entre las consecuencias de esto, es que la familia Saieh quedó desligada del negocio bancario, rubro en donde estaba presente desde 1995.
Las otras transformaciones
De acuerdo a las explicaciones que entregó Moura junto con el gerente corporativo legal del banco, Cristián Toro, a fines de mes se haría llegar a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) el ingreso de la solicitud de reforma de estatutos de la compañía, que incluye la reducción del número de directores y la disminución del número de acciones.
Moura argumentó que la reducción del número de directores va en línea a las mejores prácticas corporativas de gobierno corporativo. De hecho, Scotiabank recientemente también realizó una modificación al número de los miembros de su mesa directiva.
Los ejecutivos del banco estimaron que a fines de marzo puedan obtener las aprobaciones regulatorias por parte de la CMF. Luego de ello, se haría la elección del nuevo directorio que será realizado a través de una nueva junta de accionistas que podría realizarse a más tardar en mayo.
Los accionistas minoritarios tendrán la posibilidad de elegir al menos un miembro de la nueva mesa.
Respecto a la reducción del número de acciones que será de una proporción de 4.500 acciones actuales por cada nueva acción, no altera el monto del capital social.
Este proceso busca facilitar a los actuales como futuros accionistas el proceso de inversión y participación en el banco dado que en la actualidad los papeles de Itaú eran los que tenían el mayor número de emisión dentro de las empresas que componen el SP IPSA, dando como resultado un menor precio nominal por título.
Hicieron ver que las acciones de baja denominación o “penny stock” cómo se conocen en el mercado, se asocian a empresas que potencialmente entrarían a procesos de reestructuración; y desde un punto de vista de control operacional, los sistemas alertan cuando un portfolio manager quiere comprar un número exagerado de acciones, lo que ocurre en el caso de Itaú.
El proceso de canje de acciones debería realizarse entre mayo y junio de acuerdo a los cronogramas dados a conocer.