Luego de subir la Tasa de Política Monetaria (TPM) a 10,75% en su reunión del mes pasado, el Consejo del Banco Central argumentó que la misma estaba en el nivel máximo considerado en el escenario central del Informe de Política Monetaria (IPoM) dado a conocer al día siguiente. Y precisó que “los próximos movimientos de la tasa dependerán de la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la convergencia de la inflación a la meta”.
Pero, el escenario parece haberse alejado del que pronosticaba el instituto emisor, ya que este miércoles elevó la tasa de interés en 50 puntos base, dejándola en un nuevo máximo de 11,25%, en una decisión unánime entre los consejeros que en la última cita votaron por tres opciones distintas.
"El Consejo estima que la TPM ha llegado al nivel máximo del ciclo iniciado en julio de 2021 y que se mantendrá en este valor por el tiempo necesario para asegurar la convergencia de la inflación a la meta en el horizonte de política de dos años", se lee en el comunicado difundido tras la reunión.
La misiva agrega que "los riesgos del escenario macroeconómico son elevados y sus implicancias de corto y mediano plazo deben ser evaluadas cuidadosamente", y que "el Consejo permanecerá atento al desarrollo de estos eventos y reafirma su compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política".
Si bien había quienes anticipaban que el ciclo de ajustes terminaría en este encuentro, la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) que publicó el ente rector al comienzo de la jornada de hoy contemplaba un incremento de 50 pb a la tasa, que ahora sí sería el último de esta ronda.
Lo que está viendo el Consejo
El Consejo recordó que en septiembre la inflación llegó a 13,7% anual, “disminuyendo levemente respecto del registro de agosto”, cuando había trepado 14,1%. También recalcó que la inflación subyacente aumentó a 11,1% anual, y que la inflación acumulada en los últimos dos meses ha sido superior a lo previsto en el último IPoM, “principalmente por el mayor aumento de los precios de algunos alimentos”. Con todo, el comunicado sostiene que “las expectativas de inflación a dos años plazo continúan por sobre 3%”.
En cuanto a la actividad, reconoció que en agosto el componente no minero del Imacec “resultó algo superior a lo previsto” en el IPoM de septiembre, pero recalcó que el comercio, la industria y la construcción “presentan caídas relevantes en sus niveles de actividad, en línea con lo anticipado”.
El Consejo señaló que el mercado financiero nacional “se ha acoplado a las tendencias globales recientes”, y precisó que, respecto de la reunión previa, el tipo de cambio se depreció en torno a 5%, las tasas de interés de largo plazo subieron -especialmente las en UF- y el IPSA registró pérdidas. Esto, cuando el crédito bancario sigue desacelerándose, “en medio de condiciones de oferta que permanecen restrictivas y una demanda que se percibe debilitada para todos los segmentos”.
El comunicado también detalló que, por el lado del gasto, los indicadores relacionados con el consumo privado muestran que éste ha seguido disminuyendo, y que los ligados a la inversión “continúan débiles, aunque con alguna resiliencia en sectores específicos que han dinamizado las importaciones de maquinarias y equipos”.
También enfatizó en que sigue observándose “un estancamiento” de la creación de empleo y la disminución de las vacantes, pero que la tasa de desocupación y de participación no muestran “grandes cambios”, y que la variación anual de los salarios reales continúa en valores negativos.
Además, aunque muestran “algún repunte en lo más reciente”, se puntualiza que los índices de confianza de consumidores y de empresas permanecen en la zona de pesimismo.
Escenario externo
Al mirar hacia afuera, el Banco declara que “las perspectivas de crecimiento mundial y las condiciones financieras internacionales se han deteriorado”. Agrega que la inflación mundial ha seguido dando señales de mayor persistencia, los bancos centrales han continuado elevando sus tasas de referencia y las expectativas de mercado apuntan a un prolongado ajuste monetario en las economías desarrolladas.
Además, indica que los mercados financieros globales mantienen “elevados niveles de volatilidad”, en paralelo a que el dólar ha continuado fortaleciéndose a nivel mundial, los mercados bursátiles han disminuido y las tasas de interés de largo plazo han aumentado. Adicionalmente, puntualiza que los precios de las materias primas han mostrado vaivenes, y que en los días previos a la reunión, el precio del barril de petróleo se ubicó en torno a US$ 90 y el de la libra de cobre cercano a US$ 3,5.