Simone Biles dice que su problema de salud mental llegó a un punto crítico en los Juegos de Tokio
La estrella estadounidense de la gimnasia Simone Biles aseguró este lunes que debió haber renunciado a Tokio-2020 "mucho antes" de la cita olímpica, en la que se vio afectada renunciando a cuatro finales para proteger su salud mental y física.
"Si miras todo lo que he pasado durante los últimos siete años, nunca debería haber formado otro equipo olímpico. Lo debería haber dejado mucho antes de Tokio", dijo Biles, de 24 años, en una entrevista a la revista New York Magazine publicada este lunes.
Se esperaba que Biles dominara en Tokio-2020 el concurso individual del torneo olímpico de gimnasia como lo hizo en Rio de Janeiro-2016, pero sorprendió al mundo cuando abandonó a mitad de la competición la final del concurso general por equipos.
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Considerada por muchos como la mejor gimnasta de todos los tiempos y favorita a ganar varias medallas de oro en Tokio, Biles señaló que se retiró para priorizar su salud mental tras sufrir un ataque de "twisties", un fenómeno potencialmente peligroso que hace que las gimnastas pierdan el sentido de la orientación cuando están en el aire.
"Es básicamente de vida o muerte. Es un milagro que aterrizara de pie. Si fuera cualquier otra persona, habría salido en camilla. Tan pronto como aterricé, fui y le dije a mi entrenador: 'No puedo continuar'", recordó.
Sobreviviente de abuso sexual, Biles le dijo a la revista que el escándalo del doctor Larry Nassar, exmédico del seleccionado femenino estadounidense de gimnasia, tuvo en ella un impacto emocional abrumador.
"Fue demasiado. Pero no iba a dejar que se llevara algo por lo que había trabajado desde que tenía 6 años. No iba a dejar que me quitara esa alegría. Así que lo superé todo el tiempo que mi mente y mi cuerpo me lo permitieron", señaló.
Larry Nassar, de 58 años, cumple una condena de cadena perpetua después de haber sido condenado a varias sentencias severas en 2017 y 2018 por agresiones sexuales a más de 250 gimnastas, en su mayoría menores, cometidas en la federación de gimnasia, en la Universidad estatal de Michigan y en un gimnasio en Lansing donde trabajaba.
Simone Biles se fue de Tokio-2020 con una plata y un bronce, elevando a siete su balance personal de medallas olímpicas, sumando las de Rio-2016, pero ante todo triunfó a la hora de trasladar un mensaje: "Mi salud física y mental cuenta más que todas las medallas que podré ganar nunca".