El tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, quedó detenido en Australia a la espera de la audiencia por su visa.
El caso de “Nole” para quedarse en el país oceánico se revisará este sábado ante el Tribunal Federal, luego de una audiencia de emergencia ante el juez Anthony Kelly en el Tribunal Federal de Circuito y Familia.
Según el medio australiano The Age, Australia declaró al serbio como “un riesgo para el orden civil y la salud pública”.
Recordar que en las últimas horas fue nuevamente anulada la visa de Djokovic, quien no será deportado hasta que la Justicia se pronuncie.
El serbio de 34 años aspira a lograr su 21 triunfo en un Gran Slam en el Open de Australia, que comienza el lunes, con lo que superaría al español Rafa Nadal y al suizo Roger Federer, ausente por lesión.
✳️ El Gobierno australiano sacó un comunicado donde declara que Djokovic es "un riesgo para el orden civil y la salud pública".
— ESPN Tenis (@ESPNtenis) January 14, 2022
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#AusOpen
El gobierno australiano decidió este viernes volver a anular el visado del tenista serbio, argumentando motivos de "salud y orden público", en palabras del ministro de Inmigración, Alex Hawk.
Aunque Djokovic no será expulsado hasta que se examine su recurso, la situación sigue siendo muy tensa. El gobierno quería que el serbio volviera a ser detenido, tras una entrevista con las autoridades migratorias, y que sólo pueda salir para asistir, en la oficina de sus abogados y bajo vigilancia policial, a las audiencias en línea de la justicia, explicó el abogado de las autoridades Stephen Lloyd.
Los representantes del jugador pidieron en cambio que pueda seguir en libertad, a la espera del desenlace del proceso.
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Pero esta saga judicial puede alargarse todavía más luego que el juez Antony Kelly del estado de Victoria se declarara este viernes incompetente y derivara el caso ante la justicia federal del país.
"Los australianos han hecho muchos sacrificios durante esta pandemia y esperan, como es lógico, que el resultado de estos sacrificios sea protegido", insistió el primer ministro Scott Morrison, al frente de uno de los países que ha aplicado las restricciones más severas del mundo para frenar la propagación del COVID-19.
Tras esta anulación del visado, el serbio puede tener prohibida la entrada al país durante tres años, excepto bajo ciertas circunstancias.