Niño con tumor cerebral cumplió su sueño de conocer a sus ídolos del Marsella, pero hinchas rivales lo golpearon y quemaron su camiseta
@lecombatdekenzo - El pequeño Kenzo, hicha del Olympique de Marsella
La justicia francesa abrió una investigación por la agresión a un periodista del canal France 3 y de un niño enfermo y su familia el sábado al margen del partido que disputó el Olympique de Marsella en Ajaccio.
Tras el encuentro, correspondiente a la 38ª y última jornada de la Ligue 1 y que acabó con la derrota del Marsella por 1-0, un periodista de France 3 Córcega fue agredido por aficionados marselleses en los alrededores del estadio.
El periodista tuvo que ser llevado a un hospital y el canal público de la televisión francesa anunció que presentará una denuncia.
La fiscalía de Córcega informó a la AFP que una persona fue detenida de madrugada y que se está investigando la identidad de los otros agresores, a los que se pretende imputar por "violencia agravada y robo agravado".
Más tarde el domingo, la fiscalía abrió otra investigación por "violencia en grupo" tras la agresión, en el interior del estadio, de un niño enfermo de cáncer, que había sido invitado a Córcega para cumplir su "sueño" de conocer a los jugadores del Marsella, y de sus padres.
"El sueño se convirtió rápidamente en pesadilla cuando Kenzo y sus padres, vestidos con los colores del Marsella, fueron violentados de manera vergonzosa por individuos que penetraron en su palco", informó el club en un comunicado, que informó que presentará una denuncia "en cuanto los individuos sean identificados".
“Eran quince, así que no pude hacer nada. Me pasaron por encima, abrieron la puerta del camerino, le dieron dos puñetazos en la cara a mi marido, empujaron a mi hijo, que se cayó y se golpeó toda la cara con la barra de hierro del asiento”, explicó a la radio pública France Bleu la madre del menor, llamada Amandine.
“Le arrancaron la camiseta y se la quemaron. Estamos conmocionados, no podemos superarlo”, agregó.
El presidente del grupo de hinchas Orsi Ribelli admitió el domingo en las páginas del diario Corse Matin que "unos individuos sentados en la tribuna Faedda subieron (al palco) y dieron dos puñetazos al padre para que se quitara la camiseta, antes de descender con el uniforme".
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Tras el partido, el niño pudo pasar al menos unos minutos con uno de sus ídolos, el jugador del Marsella Matteo Guendouzi, constató un periodista de la AFP.
El partido estuvo rodeado de un ambiente muy tenso y ya el viernes se registraron incidentes y enfrentamientos entre seguidores de ambos equipos en Ajaccio.
