Como histórica y verdaderamente ejemplar se podría calificar una sentencia recién conocida en Inglaterra contra un hombre que envió mensajes racistas a través de Instagram al jugador del Brentford, Ivan Toney.
Según confirmó el equipo que compite en la Premier League, el agresor identificado como Antonio Neill, de 24 años, pasará tres años vetado de los estadios de fútbol debido al crimen de odio.
Los hechos ocurrieron el pasado 14 de octubre, cuando tras marcar dos goles en el triunfo de su equipo ante el Brighton, Toney recibió insultos por parte de Neill a través de Instagram. Al otro día, el jugador hizo público su descontento y expuso al agresor con pantallazos.
La policía local realizó una investigación completa tratando los hechos como un crimen de odio y en enero Antonio Neill admitió su responsabilidad en los hechos. El lunes, finalmente fue condenado a una sentencia de cuatro meses de cárcel (suspendida por dos años), además de un período de tres años sin poder entrar a estadios de fútbol. Este caso ha sido considerado como el primero de su tipo.
Además de no poder entrar a los estadios en competencias organizadas en Inglaterra, la restricción incluye la posibilidad de viajar para ver amistosos o competencias internacionales.
El superintendente de la policía de Northumbria señaló que la "discriminación no tiene lugar en la sociedad, tampoco en las comunidades en línea".
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¿Qué dijo el Brentford tras el fallo?
Desde el club de Ivan Toney manifestaron que el futbolista ha sido objeto de "repugnantes abusos racistas de forma regular" y que quieren medidas dudas con cualquiera que sea declarado culpable al respecto.
"El club cree firmemente que no hay lugar para el abuso racial en el fútbol y seguimos apoyando e implementando una política de tolerancia cero hacia comportamientos discriminatorios de cualquier tipo", sentenciaron.