"Me tapó la boca para que yo no gritara": Mavys Álvarez detalló los abusos de Diego Maradona
Mavys Álvarez Rego, la mujer cubana que siendo menor de edad –a los 16 años– mantuvo una abusiva relación con el fallecido astro del fútbol Diego Maradona, reveló detalles de un vínculo tormentoso: desde adicción a la cocaína hasta golpizas y abusos.
En una entrevista con Infobae, la mujer contó que Maradona la violó mientras su madre lloraba detrás de la puerta, hechos que ocurrieron en Cuba, en el año 2001, cuando ella tenía 17. Asegura que ese momento ha sido el peor de su vida.
“Esta es la primera vez que vengo a Argentina después del 2001, cuando vine con Diego. Ahora pude recorrer un poco, en aquella oportunidad no había podido ver nada. Estaba secuestrada”, comenzó Mavys Álvarez, quien llegó al país vecino para declarar ante la Justicia en la causa que se inició tras su denuncia por trata de personas.
La mujer, que había estado en Argentina entre noviembre de 2001 y febrero de 2002, había sido llevada por Maradona y su entorno. El objetivo del viaje era presenciar el partido homenaje al “10” en La Bombonera y luego regresar a Cuba. Sin embargo, éste se extendió porque –según su relato– Diego la obligó a hacerse una cirugía para agrandarse los senos, a pesar de que ella no quería ni tenía la aprobación de sus padres, requisito al otro lado de la cordillera por ser menor de edad.
“Diego quería que yo luciera con más senos. No le gustaban los pechos chiquitos. Él quería que me pusiera senos más grandes”, detalló a Infobae, contando que en ese momento tenía 17 años.
“Él insistió en que le gustaría mucho que yo me operara los senos, que por favor, que me iba a ver mejor, que iban a tener el cuidado que necesitaba, que todo iba a estar bien, que el médico iba a hablar conmigo y que no tuviera miedo. Al final accedí porque ya me había sacado la fecha de la cirugía y no me quedó otra. Fui a la clínica con el doctor (Alfredo) Cahe. Hablaron entre médicos. Luego me pasan a la sala y el médico me explica que por el tamaño de mis senos y mi piel no podían ponerme la talla que Diego realmente quería. Él quería que me pusieran algo más grande. El médico sugirió que pusieran una talla más pequeña porque no había capacidad en mi piel para poner una mayor”, relató.
Siguiendo con la entrevista, ante la pregunta sobre cual fue “el peor momento” que vivió con Maradona, la mujer reveló el momento que nunca había contado públicamente. Ni siquiera lo habló con su familia.
“Mi mamá vino a verme a la casa donde estábamos en La Habana y (Diego Maradona) no le quiso abrir la puerta. Mi mamá tocó la puerta de la habitación y él no quiso abrir. Él me tapó la boca para que yo no gritara, para que yo no dijera nada y abusó de mí”, expresó.
“Nunca abrió la puerta Diego. Nunca la abrió. Mi mamá estuvo tocando, bajaba, volvía, subía y tocaba y lloraba detrás de la puerta porque sabía que estábamos ahí. Él nunca le abrió hasta que se tuvo que ir porque no le abrió”, continuó.
Pero eso no fue todo. “No me dejaba gritar. No me dejaba. No podía. No podía. Me decía ‘cállate la boca, cállate la boca’. Lo decía bajo: ‘Cállate la boca, cállate la boca’. Y no podía... no podía”, señaló.
Sobre las versiones que dicen que Maradona se volvía violento cada vez que consumía alcohol y drogas, Mavys asegura que con ella lo fue “muchas veces”.
“Un día llamó Claudia. Realmente no sé si era Claudia, pero me dijo ‘soy Claudia, pásame a Diego’. Él estaba dormido. Yo le paso el celular y le digo es Claudia, te está llamando. Me dice: ‘¡Qué tienes que hacer vos que tienes que contestar mi teléfono, mi celular!’. Y agarra el celular y lo tira contra la pared. A mí me empieza a insultar, me agarra, me tira contra la cama, me pega una bofetada y me dice: ‘¡Nunca en tu vida vuelvas a tocar mi celular! ¡Nunca!’. Amenazándome con que me podía matar. Bueno, conclusión, fue violento en muchas ocasiones”, afirmó.
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En otra ocasión, “me arrastró por las escaleras de la casa hasta la habitación porque estábamos en una discoteca y –sin querer– le di un golpe en la nariz con la espalda. Bailando le doy un golpe sin intención. Y él se puso bien violento. Me sacó a empujones de la discoteca, me montó en el auto, me llevó para la casa, me subió las escaleras a rastras por los pelos. Fue duro”.
“Yo lloraba y claro que gritaba. Estaba el resto de la gente, pero no hacían nada. Me escuchaban –porque lógicamente me tienen que haber escuchado– y no hacían nada”, relató.
Acerca de las adicciones, un mundo que ella conoció de la mano de Maradona, señaló que “a mí no me interesaban las drogas, no fumaba, no me drogaba, no tomaba. Poco a poco me introdujo en el alcohol. Después insistió en que consumiera”.
“Llegó un momento en que él dejaba que lo viera, dejaba la puerta abierta del baño. Yo sentía cuando él inhalaba. No me dejaba verlo. O salía para hacerlo. Pero como que empezó poquito a poco a dejarme ver que él lo hacía”, relató acerca de cómo comenzó su experiencia con las drogas.
“Un día él me deja un plato que tenía hecha una raya de cocaína. Entonces me explica lo que era esa droga y me dice que eso lo ayudó a mantenerse despierto para poder soportar la noche en una discoteca o para darle energía. Que era muy bueno, que le hacía muy bien, que se sentía muy bien con eso, que no dejaba que se deprimiera. Y (dijo) que si quería probarlo y yo le respondí que no, que no me interesaba. Pero insistió. Yo me mantuve firme en ese momento de que no, que no le veía el objetivo inhalar un polvo por la nariz. Que no le hallaba la lógica. Todos los días insistía un poco más. Un día se va de viaje, me deja el plato con dos rayas ya preparadas para que yo lo consumiera. Como para probarme a ver si no estando él, quizás yo me atrevía a probar”, expuso la mujer.
Cuando Maradona regresó y encontró el plato tal como lo había dejado, se puso furioso. “Me gritaba. Me insultaba. Me decía que por qué razón no probaba, que eso realmente me iba a ayudar y que él quería que yo aguantara con él toda la madrugada. Y bueno... al final tanto insistió que la pruebo. Te puedo decir hoy que era de mala calidad porque la probé y no me pasó nada”, señaló, recordando el momento en que ella tenía 16 años.
Mavys, quien también negó haber quedado embarazada de Maradona, a pesar de las versiones que apuntan a un aborto, reconoció que finalmente se volvió adicta “cuando empezó a darme la (cocaína) pura. Un día que me dio la pura y me dio una arritmia cardíaca muy fuerte, que no podía respirar y tenía muchas palpitaciones. Ese día íbamos a comer a un restaurante que es en Marina Hemingway en La Habana, de pizza, comida italiana, y me acuerdo que tuve que sacar la cabeza por la ventanilla porque no podía respirar dentro del auto. Y Diego me dice: ‘Tranquila, no pasa nada che, tranquila, saca la cabeza, respira’. Ese día fue que me di cuenta de que ya está, estaba fuerte pero ya empezaba a necesitar”.
Mavys reveló también que estando junto a Maradona temió por su vida y que incluso pensó en el suicidio “en varias ocasiones”.
Antes de terminar, la mujer les envió un mensaje a los hijos del fallecido astro.
“Me gustaría decirles que me disculpen si mi confesión les hace sentir mal. No lo hago con ese objetivo. Lamento que les pueda llegar a hacer daño con mis palabras. Pero fue lo que viví. Ojalá no lo hubiera tenido que vivir de esa manera. Es fuerte, entiendo eso. Estoy convencida de que debe haber sido un padre maravilloso con sus hijas. Pero esta es mi historia, lo que yo viví. No puedo decir otra cosa”, cerró.