El tenista serbio Novak Djokovic batió el viernes al alemán Alexander Zverev en unas vibrantes semifinales del Abierto de Estados Unidos y se colocó a una victoria de completar el pleno de títulos de Grand Slam en una temporada.
Djokovic venció a Zverev por 4-6, 6-2, 6-4, 4-6 y 6-2 en tres horas y 33 minutos de juego, tomándose la revancha de su derrota ante el alemán en los pasados Juegos de Tokio-2020.
En caso de vencer el domingo en la final a Daniil Medvedev, Djokovic será el primer tenista masculino en más de medio siglo en coronar el Grand Slam: la consecución de los cuatro torneos grandes del circuito de la ATP.
"Solo queda un partido y vamos a ponerlo todo", avisó Djokovic. "Voy a poner mi corazón, mi alma y mi cuerpo en ello. Voy a tratar el siguiente partido como si fuera el último partido de mi carrera".
El último tenista que logró la gesta en 1969, el australiano Rod Laver, estuvo presente en la grada de Flushing Meadows a sus 83 años para ver a su posible sucesor en esa marca.
Una cuarta corona en Flushing Meadows le daría también a Djokovic su 21º título de Grand Slam, superando en esa carrera a Roger Federer y Rafa Nadal, que suman 20 y estuvieron ausentes del Abierto por lesión.
Su penúltimo obstáculo hacia la gesta, Zverev, era el jugador que frustró su objetivo de añadir el oro olímpico a una temporada histórica. El alemán le remontó entonces un set en contra para vencerlo en las semifinales en su camino a lo alto del podio.
Este viernes, en cambio, fue Zverev quien dejó escapar un set de ventaja ante un Djokovic que ha devorado a sus últimos 27 rivales en partidos de Grand Slam.
El alemán llevó el choque hasta el quinto set pero Djokovic ha salido airoso de 33 partidos de Grand Slam que se resolvieron en esa instancia, la mayor cifra para cualquier jugador.
"Son muchas emociones, un huracán, un tornado por el que pasas en una secuencia de un set o incluso de un punto", explicó Djokovic sobre su fiabilidad en los momentos más tensos.
"No hay escapatoria, tienes que encontrar una manera y en los años he desarrollado una formula que funciona para mí", explicó.
La presión y el juego inexpugnable de Djokovic acabaron por quebrar a Zverev, que a sus 24 años deberá seguir persiguiendo su primer título grande mientras 'Nole' se inscribió para su final número 31.
Cuarta remontada seguida
El choque entre el número uno y el cuatro del mundo dejó algunos puntos memorables desde sus primeros compases.
Zverev afinó su derecha para avanzarse 5-4 y embolsarse la primera manga con un juego en blanco.
Djokovic se encontraba con un set en contra por cuarto partido consecutivo en este US Open y, de nuevo, el número uno ni pestañeó antes de volver a la pelea.
El serbio aceleró hasta colocarse 3-0 aprovechando un aumento de errores no forzados desde el otro lado de la pista.
Djokovic dio un golpe de autoridad al quebrar de nuevo el servicio de Zverev para quedarse con el segundo set por 6-2.
En una tercera manga de alta voltaje, Zverev perdió dos puntos de quiebre en el cuarto juego mientras Djokovic siempre encontraba una respuesta para cada trampa del alemán.
La coraza mental del serbio ni se rasguñó cuando Zverev neutralizó dos pelotas de set, la última tras un intercambio eterno de 53 golpes, que dejó a ambos agachados y resoplando.
El astro de Belgrado se incorporó y aseguró el set con un espectacular remate y una celebración con el público de la pista Arthur Ashe, que este viernes le apoyó más que en otras ocasiones.
Pero a diferencia de sus rivales anteriores, Zverev no desfalleció con la desventaja y quebró al serbio en la primera oportunidad.
El alemán consiguió forzar el quinto set apertrechado en su saque, capaz de alcanzar hasta los 215 km/h en un segundo servicio.
En su ascenso a la cima del tenis, Djokovic caminaba sobre el alambre frente a un Zverev que ya sabía lo que era tumbarle en la manga decisiva.
Pero el serbio, controlando en todo momento sus emociones, volvió a elevar su tenis cuando más se necesitaba y rompió el servicio del alemán en el segundo juego.
Encaminado hasta un 5-0, Djokovic quebró también mentalmente a Zverev, que salvó el honor sumando un última ruptura antes de felicitar al ganador.
