Tactical Sports debió desembolsar casi 15 millones de dólares para quedarse con el paquete accionario que era propiedad de Carlos Heller y hacerse con el 63% y el control de la concesionaria Azul Azul.
Ante este gasto, los nuevos controladores del elenco azul definieron la hoja de ruta con la que seguirán actuando en el mediano plazo, donde no consideraron cumplir con el sueño del estadio propio, algo tan anhelado por los hinchas.
Según publicó El Mercurio, el fondo de inversiones debió repactar deudas por un monto superior a los 10 millones de dólares.
Con esos datos, y sumado a lo complejo que se ha hecho para todas las administraciones encontrar un municipio que no se oponga a la construcción de un estadio, los nuevos regentes de la "U" tendrían la visión que tener su propio recinto no es prioritario.
Si llegase a proyectarse un plan para el estadio, se crearía una inmobiliaria que se encargue de su construcción y administración.
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Las nuevas prioridades
Tactical Sports distriburá una inversión de cinco millones de dólares para los próximos años, los cuales se dividirán de la siguiente manera: 60% para el primer equipo, 20% en el fútbol femenino y el 20% restante en el fútbol formativo.