Universidad Católica y Universidad de Chile se enfrentaban este miércoles en el Estadio Elías Figueroa, en Valparaíso, por el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Chile 2022. Sin embargo, el duelo fue suspendido por graves incidentes.
Luego de que los cruzados inauguraran el marcador a los tres minutos de juego, tras un discutido penal que convirtió Fernando Zampedri, desde la barra de la UC cayó un fuego artificial que afectó al portero azul Martín Parra.
Yamal Rajab, gerente de Ligas Profesionales, señaló en conversación con TNT Sports que “mañana (jueves) a las 13:00 horas está citado un directorio de emergencia para ver qué pasa con este partido”.
“Tenemos la posibilidad de suspenderlo definitivamente, de jugar lo que se resta, pero eso mañana lo va a decidir el directorio de la Federación”, agregó.
"Esta camiseta lleva un mensaje": Uniforme de Dinamarca será una protesta contra Qatar en el Mundial
Acerca de lo sucedido con el portero de la U, Rajab indicó que “había obviamente mucha preocupación por su compañero, preocupación también de los jugadores de ambos planteles, pero acá nos ampara primero el sentido común”.
“Acá nosotros siempre nos reunimos, revisamos las medidas de seguridad, y la premisa es que si hay algún protagonista, un jugador, que está herido, no puede continuar el partido. También nos amparan las reglas del juego, el reglamento de la ANFP, las bases del campeonato”, cerró.
Si bien los proyectiles no impactaron al meta, en la transmisión televisiva se aprecia que cayeron a centímetros de distancia, provocándole un trauma acústico según la información preliminar. El jugador debió ser trasladado en ambulancia a un centro de salud.
Recordar que Universidad Católica había recibido una sanción que le impedía jugar este partido con público, pero el club apeló y consiguió acoger a sus fanáticos en Valparaíso, donde sólo ingresaron hinchas locales (cruzados).