El seleccionador de Países Bajos, Louis Van Gaal, consideró este jueves que el Mundial de Catar "empieza en serio para nosotros mañana" con el partido de cuartos de final contra Argentina.
"El torneo empieza en serio para nosotros mañana", dijo Van Gaal en la rueda de prensa previa al encuentro que se disputará en el estadio de Lusail.
"Aunque no quiero desmerecer la importancia de los otros equipos que hemos ganado, Argentina y Brasil, al que probablemente nos enfrentaríamos en semifinales, son diferentes de los equipos de la fase de grupo y de octavos que hemos enfrentado", afirmó Van Gaal.
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Países Bajos y Argentina se midieron por última vez en unos cuartos de final de un Mundial en 1998 cuando los neerlandeses pasaron gracias a un tanto en el último minuto de Dennis Bergkamp.
"El fútbol ya no es como en 1998 o 1978. Era más abierto y ahora ya no lo es. Es la realidad", dijo Van Gaal.
"Pero siempre es posible tener momentos decisivos, de los que uno se acuerda años después como el gol de Bergkamp en 1998. Nos acordaremos siempre de él", añadió.
Frente a aquel encuentro, Argentina cuenta con Leo Messi para tratar de tomarse la revancha.
"No vamos a revelar nuestras tácticas (para parar a Messi). Pero, no es difícil dar una repuesta, se trata de bloquear y cerrar líneas de pase", afirmó el seleccionador neerlandés, que se defendió de las críticas por jugar un fútbol más conservador.
"El fútbol evoluciona y no podemos jugar el mismo juego ofensivo que hace 20 años. Fui criticado por decir eso, pero el fútbol ha evolucionado en esa dirección", afirmó.
"No sólo defendemos. Presionamos, empujamos", insistió el técnico neerlandés.
Preguntado por Ángel Di María, que afirmó que Van Gaal había sido uno de los peores entrenadores para él, el técnico afirmó que "Di María es un magnífico jugador".
"Cuando jugó en el Manchester United, tuvo problemas personales, como un robo. Afectó a su nivel. Dice que soy uno de los peores entrenadores que ha tenido... es uno de los pocos que dice eso de mí", afirmó Van Gaal.
"Normalmente es al revés. Es triste, pero es así. Un entrenador toma decisiones que a veces no salen. Fue igual con Memphis y ahora nos besamos en la boca", añadió.
