El diario francés L'Equipe acusó que el tercer gol de Argentina en la final del Mundial de Catar era inválido.
En específico, se trata del tanto que Lionel Messi marcó al 108', luego que Hugo Lloris dejara un rebote tras un potente disparo de Lautaro Martínez.
Ahí, Messi se encontró con el balón y anotó el tanto que intentó ser despejado por el lateral Jules Koundé, quien sacó el balón desde dentro del arco.
Sin embargo, el reclamo de parte del medio deportivo francés no va de la mano de la secuencia de la jugada, sino que lo ocurrido con la banca de la selección sudamericana.
"El escenario debería haber sido menos loco. Según el reglamento, el segundo gol de Lionel Messi debería haber sido anulado por Szymon Marcianiak, el árbitro de la final", afirmaron.
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"Cuando Messi lanza de volea la atajada de Hugo Lloris, algunos suplentes argentinos cargados de emociones ya están en el campo, listos para celebrar, lo cual está estrictamente prohibido", añadieron desde L'Equipe.
Esto echando mano al reglamento del juego, asegurando que la Ley 3, párrafo 9 de las Leyes del Fútbol establece que "si después de marcar un gol, el árbitro se da cuenta antes de que se reanude el juego de que otra persona estaba en el terreno de juego en el momento en que se marcó el gol: el árbitro debe anular el gol. Si la persona extra era: un jugador, suplente, jugador sustituto, jugador expulsado u oficial del equipo que marcó el gol, el juego debe iniciarse con un tiro libre directo desde el lugar donde se encontraba la persona extra".