El Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo se coronó campeón de la Copa del Rey luego de vencer en la final al Valencia a través de lanzamiento penales.
En el conjunto helvético fue titular el meta chileno, que cuajó una buena actuación. Los goles corrieron por parte de Borja Iglesia mediante un cabezazo a los 11 para el Betis y de Hugo Duro, quien empató a los 30' tras una gran definición ante Bravo.
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La igualdad 1-1 se mantuvo en el tiempo reglamentario y en los 30 restantes de suplemento, por lo que el partido se fue a penales.
Allí el Betis se impuso por 5-4 aprovechando el error del valenciano Yunus Musah, que mandó el balón arriba del arco.
Con este triunfo, Bravo alcanzó su título 22 como profesional, alcanzando a Arturo Vidal como el chileno con mayor palmarés en la historia del fútbol nacional.
