Paralímpicos Tokyo 2020: 3 claves que marcarán unos juegos "diferentes" a los anteriores
Postergados durante un año debido a la pandemia y con la posibilidad de asistir a los estadios restringida a un limitado número de escolares, los Juegos Paralímpicos de Tokio que comienzan este martes serán muy diferentes a todos los anteriores.
Pero sus organizadores no solo aspiran a ofrecer una competencia de alto nivel, sino que también quieren que este evento juegue un papel importante para lograr que la sociedad japonesa sea más inclusiva.
Tokio es la primera ciudad en albergar dos Juegos Paralímpicos en su historia, tras haber sido sede de la edición de 1964 cuando 375 atletas de 21 países participaron en nueve deportes.
Esta vez, alrededor de 4.400 atletas de 162 comités paralímpicos nacionales participarán en 539 competencias en 22 deportes.
Todos estarán ansiosos por dejar atrás los turbulentos eventos de los últimos 18 meses de pandemia y mostrar al resto del mundo lo que pueden hacer como deportistas paralímpicos en el escenario más grande de todos.
La ceremonia de apertura iniciará a las 20:00 horas del martes en Japón (GMT+9, primeras horas del día en América Latina) y las competencias comenzarán al día siguiente.
Después de los recortes presupuestarios sufridos por los Juegos Paralímpicos de Río, había muchas esperanzas de que los juegos de Tokio devolvieran al movimiento paralímpico a una posición de fuerza después del buen nivel logrado en Londres 2012.
Tokio parecía la solución perfecta, con un fuerte vínculo entre la puesta en escena olímpica y paralímpica y una demanda de entradas sin precedentes.
Los eventos preparatorios realizados en 2019 contaron con actividades que atrajeron una participación masiva y mostraron las ganas del público japonés por respaldar los juegos.
Pero la pandemia de coronavirus destruyó todos los planes y obligó a postergar un año su celebración e imponer una serie de protocolos que afectan a todos los involucrados, como ocurrió en los Juegos Olímpicos.
Aquí te ofrecemos tres claves que marcarán una edición de las paralimpiadas que, sin lugar a dudas, será muy diferente a las celebradas hasta ahora.
1. Una sede en estado de emergencia
Los Juegos Paralímpicos de Tokio tendrán lugar en una ciudad bajo estado de emergencia, donde los casos de covid-19 siguen aumentando.
Dentro de la burbuja paralímpica, al igual que en los Juegos Olímpicos, existen protocolos estrictos que incluyen pruebas diarias para los atletas, uso obligatorio de máscaras y distanciamiento social.
Además, el equipamiento como las sillas de ruedas debe desinfectarse con regularidad.
"Estoy seguro de que serán unos Juegos seguros, pero eso no significa que habrá cero casos", le dijo el presidente del Comité Paralímpico Internacional, Andrew Parsons, a BBC Sport.
"Tendremos casos. Pero la forma en que controlemos y reaccionemos a los casos positivos, y no dejemos que propaguen el virus, definirá si tenemos éxito o no", agregó.
Las restricciones de viaje por el coronavirus han tenido un impacto en los juegos y los atletas de las naciones de las islas del Pacífico como Samoa, Kiribati, Tonga y Vanuatu no han podido viajar.
La noticia de su ausencia llegó días después de que los dos atletas paralímpicos de Afganistán se vieron obligados a retirarse debido a la situación en su país tras el colapso del gobierno y el regreso de los talibanes.
Sin embargo, como muestra de solidaridad, un voluntario de los juegos llevará la bandera del país en la ceremonia de apertura.
Además, un equipo de refugiados de seis personas participará en estos juegos, incluyendo al nadador afgano Abbas Karimi y a la primera mujer miembro del equipo, la lanzadora de peso Alia Issa.
2. Los nuevos deportes
En estos Juegos Paralímpicos ya no habrá competencias de vela ni de fútbol 7.
En cambio, se incorporarán el para-badminton y el para-taekwondo, que contarán con 14 y seis competencias de medallas respectivamente.
Cuatro deportes (piragüismo, tiro, tenis de mesa y esgrima en silla de ruedas) tienen más competencias que en Río.
Sin embargo, los dos deportes más importantes en términos de número de atletas y medallas, para-atletismo y para-natación, tienen menos eventos que hace cinco años.
Ambos deportes han introducido nuevos eventos de relevos mixtos.
El relevo universal en atletismo cuenta con un corredor con discapacidad visual en la primera etapa, un corredor amputado en la segunda, un atleta con parálisis cerebral o problemas de coordinación en la tercera etapa y un corredor en silla de ruedas en el último tramo.
La natación, por su parte, ha agregado un relevo de 4x100 m. para los competidores de S14 (discapacidad de aprendizaje).
3. Los destacados deportistas
Desde el alemán 'Blade jumper' Markus Rehm hasta la corredora en silla de ruedas estadounidense Tatyana McFadden, pasando por el nadador brasileño Daniel Dias hasta llegar a los favoritos japoneses del tenis en silla de ruedas Shingo Kunieda y Yui Kamiji, habrá destacados deportistas en las competencias.
La polaca Natalia Partyka buscará su quinto título consecutivo en tenis de mesa, semanas después de competir en los Juegos Olímpicos por cuarta vez.
La esgrimista italiana en silla de ruedas Bebe Vio, que contrajo meningitis a los 11 años y le amputaron los dos antebrazos y las dos piernas a la altura de la rodilla, espera brillar en su deporte que será también un debut memorable para la nadadora ugandesa de 14 años Husnah Kukundakwe.
En el otro extremo del espectro de edades, un trío de jinetes ecuestres -la alemana Heidemarie Dresing (66 años), la irlandesa Rosemary Gaffney (63) y el noruego Jens Lasse Dokken (60)- esperan demostrar que los años no son una barrera para el éxito paralímpico.
Los ojos del mundo también estarán puestos sobre el paratleta estadounidense Michael Brannigan, que ganó el oro en la carrera de los 1.500 metros en Río; en la paraciclista canadiense Kate O'Brien, quien en 2020 estableció un nuevo récord mundial en la prueba de 500 metros contrarreloj; así como en la remadora noruega Birgit Skarstein, quien es la campeona mundial en la competencia individual PR1.