El "desastre" de Italia: las causas de la eliminación de los Azzurri del Mundial de Qatar 2022
Los tres principales periódicos deportivos de Italia coincidieron en su evaluación de la impactante eliminación del país de la próxima Copa del Mundo por parte de Macedonia del Norte: 'Desastre'.
Esa fue la palabra que gritaron desde sus portadas el jueves la Gazzetta dello Sport, el Corriere dello Sport y Tuttosport.
Y en los quioscos de todo el país, la situación no había cambiado mucho el viernes por la mañana, con los titulares respectivos que decían 'Fuera del mundo', 'Al infierno' y 'Nooooooooo'.
Es realmente un desastre deportivo para Italia, que se pierde dos Copas del Mundo consecutivas por primera vez, ya que tampoco se clasificó para Rusia 2018. Cuando el Mundial de 2026 se celebre, suponiendo que logren clasificarse, los Azzurri y sus fanáticos se habrán quedado sin Copa del Mundo durante 12 años.
Es difícil evaluar si la calamidad del jueves es más o menos dolorosa que la que sucedió en noviembre de 2017, cuando los Azzurri no pudieron superar a Suecia y reservar un lugar en Rusia. Esa fue sin duda una noche terrible, una en la que los héroes ganadores de la Copa del Mundo de Alemania 2006, Gianluigi Buffon y Daniele de Rossi, se despidieron del fútbol internacional con tristeza.
Pero ese fue también el momento en el que se inició un supuesto proceso de renovación: Roberto Mancini fue nombrado entrenador poco después y se implantó una nueva mentalidad de ataque. Siguieron tres años fantásticos, que culminaron con la coronación de Italia como campeona de Europa en Wembley el pasado mes de julio frente a Inglaterra. Nadie ha olvidado eso.
Pero luego sucedió esto.
De héroes a villanos
Por un lado, parece que Italia no debería haber estado en esta situación en primer lugar. Los hombres de Mancini siguen siendo los héroes de Wembley, el equipo que se mantuvo invicto durante 37 partidos consecutivos. Francamente, parecían dominantes en el Grupo C de la clasificación, empezando con tres victorias, pero luego empataron cuatro veces entre septiembre y noviembre del año pasado, siendo Lituania el único equipo al que vencieron en sus últimos cinco partidos.
Dos de esos empates se produjeron contra Suiza, que se adjudicó la clasificación directa en la línea de meta, y los cuatro veces ganadores de la Copa del Mundo fallaron un penalti en ambos partidos. Marcar cualquiera de ellos habría sido suficiente para ver a los jugadores de Italia sentados cómodamente frente al televisor anoche, en vez de perder frente a Macedonia del Norte.
Por otro lado, todos sintieron que algo había cambiado.
Los Azzurri ganaron la Eurocopa con serenidad y calidad; el jueves jugaron principalmente balones largos. Jugadores como Jorginho, Nicolo Barella y Lorenzo Insigne, por nombrar solo algunos, están totalmente fuera de forma. Los defensores habituales Giorgio Chiellini, Leonardo Bonucci, Leonardo Spinazzola y Giovanni di Lorenzo se han lesionado.
Incluso el jefe parece haber perdido su toque mágico, insistiendo en elegir jugadores que no están rindiendo. Así que ha habido críticas comprensibles.
Los periódicos enfatizan una pérdida de identidad, sugiriendo que Italia ha vuelto a una versión anterior de sí misma; han mostrado falta de creatividad, y a sus jugadores más experimentados les falta confianza en sí mismos.
Pero, ¿es eso suficiente para explicar lo que sucedió contra un equipo clasificado en el puesto 47 de Europa y el 67 del mundo?
Espejo del fútbol italiano
Una vez más, la noche devastadora en Palermo es simplemente un espejo del fútbol italiano en su conjunto, algo que el triunfo de la Eurocopa 2020 había enmascarado durante un tiempo.
Sí, ha habido errores en el camino: Jorginho, como dijo el jueves, pensará en esos dos penaltis fallados contra los suizos mientras viva; Mancini podría haber hecho jugar a Giacomo Raspadori desde el principio, pero ¿es realmente culpa suya?
El fútbol italiano haría mejor en enfrentarse finalmente a sus problemas sistémicos, en lugar de buscar chivos expiatorios y soluciones rápidas.
Ningún club de la Serie A ha ganado un trofeo europeo desde 2010. Como resultado de un enfoque no estratégico del fútbol juvenil, los clubes de primera categoría cuentan con un promedio de 2,7 jugadores italianos sub-21 en sus plantillas, que juegan el 4% del total de minutos de la Serie A, el 80% de esos minutos como suplentes después del minuto 70.
La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) solicitó recientemente a los clubes que pospusieran la jornada 31 de la Serie A para preparar las eliminatorias de la Copa del Mundo, pero su solicitud fue rechazada. Fue una decisión legítima de la Serie A pero ahora, con el debido respeto a los clubes involucrados, su selección no estará en el Mundial.
¿Qué importancia tienen los Azzurri para el fútbol italiano? ¿Cuánto espacio merecen en un calendario repleto? El presidente de la FIGC, Gabriele Gravina, no tiene dudas sobre su posición.
"Italia es percibida por los clubes como un inconveniente, más que como una oportunidad", ha dicho.
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También ha dicho: "Queremos que Mancini se quede y se ha comprometido con nosotros".
El contrato del técnico se amplió no hace mucho hasta 2026, cuando se disputará el Mundial de Fútbol en México, Estados Unidos y Canadá.
Después de lo que dice que es su decepción deportiva "más dolorosa", el exjefe del Inter y del Manchester City, de 57 años, tiene derecho a lamerse las heridas. Después de eso, es de esperar que siga considerándose la mejor persona para ayudar a implementar los cambios estructurales largamente esperados en el fútbol italiano y moldear una nueva selección nacional en torno a jóvenes talentos como Gianluca Scamacca, Davide Frattesi y Nicolo Zaniolo.
De lo contrario, puede ocurrir otro 'desastre'.