Mundial de Catar 2022: por qué el delantero coreano Son Heung-min juega con una máscara negra
Parece un antifaz de superhéroe como los que usan Los Increíbles de Pixar, pero el único superpoder que da es el de poder estar en el campo de juego.
Son Heung-min, capitán y delantero estrella de la selección de fútbol de Corea del Sur, ingresó a la cancha este jueves en el debut de su país contra Uruguay por el Grupo H del Mundial de Qatar con una máscara negra que cubría la mitad superior de su rostro.
El encuentro terminó en un empate sin goles.
La razón por la que debió usar esa protección es que el 1 de noviembre se fracturó cerca de la cavidad del ojo izquierdo al chocar contra el defensa congoleño Chancel Mbemba en un encuentro entre el Tottenham Hotspur inglés -donde milita el surcoreano- y el Olympique de Marsella por la fase de grupos de la Liga de Campeones de Europa.
Son, de 30 años, fue operado el 4 de noviembre y cinco días después aseguró que estaría listo para jugar el Mundial, aunque algunos dudaban de cómo llegaría porque tenía apenas tres semanas para recuperarse.
"No me perderé esto por nada del mundo. No puedo esperar para representar a nuestro hermoso país", escribió el futbolista en Instagram.
"Jugar para tu país en la Copa del Mundo es el sueño de tantos niños cuando crecen, como también lo era para mí", agregó.
Son ganó conjuntamente la bota de oro de máximo goleador de la Premier League la temporada pasada, pero ha luchado por recuperar su forma esta campaña con cinco goles en 19 partidos en todas las competiciones para el Hotspur.
El delantero surcoreano no es el único que usa una máscara en Qatar 2022. El miércoles se vio al defensa belga Thomas Meunier con una en el debut de su selección frente a Canadá.
Meunier, de 31 años, también se fracturó, aunque en su caso fue un pómulo. Ocurrió el 19 de octubre en un partido entre el Borussia Dortmund, su equipo, y el Hannover 96, ambos de la liga alemana.
Además de Uruguay, Corea del Sur comparte grupo en este Mundial con Portugal y Ghana.