La pequeña localidad de Amaicha del Valle en la ciudad de Tucumán, en Argentina, hizo noticia en los últimos días por la curiosa despedida que le hicieron a un futbolista amateur.
Inti Castillo Segura, guardamente del Club Atlético San Ramón, murió repentinamente el pasado 31 de octubre a los 26 años luego de verse involucrado en un accidente donde la motocicleta en la que iba con una mujer y un niño de 5 años, chocó con un caballo.
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La pérdida caló hondo en el pequeño club de barrio que decidió despedirlo donde, muy probablemente, Castillo más disfrutó: la cancha. Durante el funeral, sus compañeros llevaron al ataúd a la cancha y lo colocaron bajo los tres palos, donde el portero solía defender a su equipo.
Allí, cada uno de sus compañeros, a modo de homenaje, le lanzaron penales al cajón, para luego todos abrazaro el ataúd junto con los familiares del deportista.