La vida que tiene ahora Philip Mulryne, de 39 años, es muy (pero muy) distinta a la de no hace mucho tiempo atrás.
Hasta finales de la década pasada, Mulryne fue jugador de fútbol profesional.
Coincidió en el Manchester United con David Beckham y Ryan Giggs, antes de irse al Norwich City.
También participó 27 veces en la selección de Irlanda del Norte hasta su retiro del campo en 2008.
Llegó a ganar unos US$700.000 (mas de 450 millones de pesos chilenos) al año y salía con modelos.
Pero el final de su carrera estuvo marcado por lesiones, escándalos de evasión de impuestos y una expulsión disciplinaria de la selección de Irlanda del Norte.
En 2009 su comportamiento dio un giro de 180 grados. Empezó su formación para convertirse en sacerdote de la iglesia Católica en el seminario diocesano Saint Malachy en Belfast.
Para ello estudió filosofía en la universidad de Queens, teología en la universidad Gregoriana, y en 2012 se unió a la orden de predicadores, conocida también como orden dominicana.
El año pasado, al hacerse diácono -el paso previo a ordenarse como sacerdote- se declaró en banca rota para asumir así su voto de pobreza.
Este fin de semana el arzobispo de Dublin Joseph Augustine Di Noia lideró la ceremonia que lo convirtió en sacerdote católico.
Mulryne nació en Belfast y fue descubierto por el Manchester United a sus 14 años cuando jugaba en el equipo de fútbol de su parroquia, el St Oliver Plunkett.