Michael Phelps logra en Río 2016 su medalla número 25 (21 son de oro y sigue contando)
El mito del nadador estadounidense Michael Phelps es incluso más grande este martes, día en que sumó dos nuevos oros olímpicos y ya tiene 21.
Phelps logró este martes dos nuevas medallas de oro, con lo que son tres las que ha logrado en las Olimpiadas de Río.
Tras vencer en la prueba de 200 metros mariposa, se impuso junto a sus compañeros del equipo de EE.UU. en el relevo 4x200 estilo libre. El domingo se había ganado el 4x100.
En total, el "tiburón de Baltimore" tiene ya 25 medallas olímpicas. A sus 21 oros suma dos platas y dos bronces. Es el primer nadador de la historia en lograr un oro en cuatro Juegos Olímpicos distintos.
Y todavía no ha terminado su participación en Brasil.
La obsesión de los 200 m mariposa
La primera final del día para Phelps era la de 200 metros mariposa. La prueba a la que más ganas le tenía. La tensión en la piscina era palpable. El griterío hizo que la salida tuviera que ser abortada. Por la megafonía se tuvo que pedir a los espectadores que guardaran silencio.
En la partida, el otro gran favorito era el sudafricano Chad Le Clos, campeón en Londres 2012. Todos los ojos estaban sobre Phelps y su gran rival, pero ambos evitaron el contacto visual.
Hace 4 años, un error de cálculo en la última brazada hizo que Phelps no tocara el muro a tiempo y el sudafricano se le adelantara.
Cuado el mejor nadador de todos los tiempos decidió regresar a las piscinas tras haber anunciado su retiro en Londres, estaba claro que esta era la prueba que tenía en el punto de mira, más que ninguna otra.
Este martes buscaba la revancha. Y la tuvo. Al final, Le Clos terminó cuarto.
El relevo
El otro oro de la noche lo celebró alrededor de una hora después. Fue en el relevo de 4x200, mucho menos dramática.
Conor Dwyer, Townley Haas and Ryan Lochte le cedieron la posta claramente en cabeza. Phelps, que saltó al agua con más de un cuerpo de ventaja sobre el segundo, se dedicó a administrar su ventaja por delante de británicos y japoneses.
Así fue que sumó el tercero oro de una colección que había comenzado el domingo, en el relevo de 4x100 libres, cuando los estadounidenses recuperaron el oro que les arrebató hace cuatro años Francia en los Juegos de Londres.
El cuarteto norteamericano, integrado por Caeleb Dressel, Phelps, Ryan Held y Nathan Adrian, hizo un tiempo de 3:09.92 minutos y aventajó en 61 centésimas al conjunto francés.
De hecho, Francia marchaba por delante cuando Phelps saltó al agua para el segundo revelo. Aunque los 100 libres no son su especialidad, brilló con un tiempo excepcional de 47,12 segundos.
Luego, Ryan Held protegió la ventaja norteamericana y Nathan Adrian, el más rápido del equipo, aseguró el triunfo, muy celebrado por Phelps, que vibró con los relevos de su compañeros.
"Fue una locura", dijo Phelps, que pese a su experiencia y a que son sus quintos Juegos, sintió los nervios y la tensión.
"Estaba en el trampolín y pensaba que el corazón se me iba a salir", dijo tras la prueba, cuando las sonrisas y las lágrimas aliviaron la presión en el podio junto a sus compañeros.
"Deseábamos ganar con todas nuestras fuerzas. Es el último relevo de mi vida y me siento increíblemente bien al haberlo ganado", añadió.
Su bebé como testigo
Este martes, poco después recibir su primera medalla de la noche y mientras hacía el recorrido de rigor delante de los fotógrafos de la prensa mundial acreditados en la piscina olímpica, Phelps rompió el protocolo.
El nadador subió la grada y se apresuró a saludar a su pareja y a su hijo.
El pequeño, que simboliza como nada la nueva vida familiar de quien hace dos años fue arrestado por segunda ocasión por manejar bajo la influencia del alcohol y hoy es el atleta más celebrado de Río.