La judoca Laura Vargas-Koch consiguió una medalla de bronce este miércoles, en la categoría -70kg femenino de judo en Río 2016, representando a Alemania en la cita de los anillos.
Si bien Vargas-Koch defiende al país germano, la sangre porteña corre por sus venas. Su abuelo – Eduardo Vargas Herrera- fue un reputado arquitecto de Valparaíso que además estuvo al frente del canal UCV como director entre los años 1970 y 1975, según una publicación de El Mercurio de Valparaíso.
Fue en aquellos años que, motivado por la situación política que vivía el país, el abandonó su residencia en el Cerro Concepción para trasladarse con toda su familia – que incluía a seis hijos – a Alemania, donde había nacido su esposa Cornelia Koch.
Uno de aquellos hijos era Pablo Vargas-Koch, quien se estableció en Europa y se casó con una alemana. En 1990 nació Laura, en Berlín.
Con apenas ocho años la deportista comenzó a practicar judo. Nadie tenía mucha certeza sobre las razones que la llevaron a interesarse por esa disciplina, destaca El Mercurio de Valparaíso.
Laura Vargas-Koch, a la derecha, luce su medalla de bronce en Río 2016. (Foto: Reuters) |
Hoy, con 26 años de edad, los éxitos ya se acumulan en la carrera deportiva de Laura, partiendo por ser una de las mejores especialistas del judo femenino en su país y en todo Europa.
Entre sus mejores actuaciones destaca el haberse convertido en campeona europea Sub 23 en Tyumen, Rusia, en noviembre de 2011.
En enero de 2012, en tanto, se coronó campeona alemana en Potsdam y en junio de ese año ganó la Copa Mundial de Tallin, en Estonia.
Si bien Laura quedó fuera de Londres 2012, hoy dice presente en Río 2016, donde ya registra una medalla de bronce.
Su conexión con Valparaíso es poca – aun cuando tiene a parte de su familia en la ciudad puerto – pero sus logros deportivos ayudan a mantener vivo el contacto con esta judoca alemana de sangre chilena que hoy brilla en los Juegos Olímpicos.