En la primera semana de las Olimpiadas de Río 2016, China consiguió 31 medallas, de las cuales 12 fueron de bronce. Una de ellas pertenece a la nadadora Fu Yuanhui, quien compartió el tercer puesto del podio con una canadiense.
En un país como China donde se valora tanto el éxito, podría esperarse que la joven de 20 años no fuera noticia siquiera.
Sin embargo, su expresividad y alegría no sólo la convirtieron en una celebridad mundial, sino que además está generando una transformación mucho más profunda en su tierra natal.
El lunes, tras ganar el bronce en la categoría de 100 metros espalda, al ser entrevistada por la cadena televisiva CCTV5 se enteró de que había completado la carrera en 58,95 segundos y no en 59 como creía.
"¡Whoooaah!", exclamó. "¿Fui así de rápida? ¡Estoy tan satisfecha!", dijo en la expresiva entrevista que se volvió viral.
"Usé toda mi energía mística", agregó Fu, quien el día anterior, luego de clasificar a la final, había dicho a esa misma cadena televisiva: "Usé todos mis poderes prehistóricos para nadar".
Si bien esas son las frases con las que conquistó al mundo, en China lo que impactó fue su respuesta ante la pregunta de cuáles eran sus expectativasdefuturo: "¡Ninguna! ¡Estoy muy satisfecha en este momento!".
No sólo de oro son los campeones
Según explica la periodista de BBC Yashan Zhao, la nadadora está cambiando la forma en que se concibe el deporte competitivo en China.
Tradicionalmente, luego de las competencias, los atletas chinos siguen un patrón en las entrevistas: agradecen al país y prometen dar lo mejor de sí mismos en el siguiente torneo.
Además, sólo los deportistas que consiguen la medalla de oro se convierten en celebridades, mientras que el resto son relegados al olvido.
Para tener una referencia, en 2008 China ganó 51 medallas de oro en las Olimpiadas de Pekín. En este escenario, un bronce compartido parecería poco meritorio.
Sin embargo, Fu rompió todas las tradiciones. Mostró felicidad por su logro personal, sin importarle el color de la medalla, y consiguió que el país entero hablara de ella. Y se alegrara con ella.