Las simulaciones son habituales en el fútbol, pero el jugador Rosbin Ramos del Batanecos FC, de la Tercera División de Guatemala, dio la vuelta a mundo con la peor actuación de la historia.
En la derrota por 3-1 ante Deportivo San Lorenzo, por la quinta fecha del Grupo 3, Ramos quiso sacar provecho de un objeto que cayó en la cancha y simuló una increíble agresión.
El futbolista tomó el proyectil, se golpeó la cara con él y se arrojó al suelo gritando por ayuda.
En su objetivo de hacer pensar al árbitro que había sido agredido desde las tribunas, donde sólo había unos pocos espectadores, Ramos recibió a cambio los abucheos y las burlas de los fanáticos por su acción.
El registro fue grabado, de hecho, desde el público. El réferi, en tanto, no se percató de la farsa.
“Tenía miedo de que nos golpearan”
Dos días después de protagonizar esta increíble simulación, el joven futbolista rompió el silencio y explicó por qué actuó de esa manera.
“Nos estaban tirando objetos a todos mis compañeros. Nos estaban tirando monedas, latas y cascaras de naranja. Ya le habían pegado a un compañero y a mí me pegaron con una moneda”, señaló, en declaraciones que publicó ESPN.
“Yo llegué con el línea y le comenté, pero me dijo que jugara, que no había nada. Desde que iniciamos empezó eso. Iba mi compañero, había una falta, y le tiraron una cascara de naranja, para que ya no nos siguieran tirando, la recogí y la puse así (señala cómo se llevó la cascara a la frente), porque la verdad tenía miedo de que nos golpearan”, agregó.