[VIDEOS] Los comerciales más icónicos en la historia del Super Bowl
El Super Bowl no es solo fútbol americano. Es un espectáculo masivo que atrae todas las miradas del mundo, con ceremonias históricas como el espectáculo del medio tiempo y la tanda de comerciales.
Pero publicar anuncios en el Super Tazón no es cosa barata, pues cada segundo de emisión tiene un costo de $175.000 dólares, al asegurarle a la marca millones de visualizaciones de forma instantánea.
A continuación revisaremos cuáles son los spots más memorables en la historia del Super Bowl.
Apple - 1984
El año inspirado en la distópica novela de George Orwell fue el escenario apropiado para que la gigante tecnológica Apple le acortara distancia a IBM, alentando a los consumidores a romper los grises moldes de los computadores de la marca rival.
¡Whatsuuuuuuuuuup! - Budweiser
¿Quién no ha gritado a viva voz esta legendaria frase de la cultura pop? Budweiser en solo un minuto se encargó de crear un momento que se ha mantenido vigente hasta el día de hoy.
El impacto fue tal que la compañía crearía más comerciales con la frase en los años siguientes.
Cindy Crawford - Pepsi
Uno de los sex symbols de los años 90 fue Cindy Crawford. La modelo protagonizó un sensual anuncio de Pepsi en las que dos pequeños se robaron la película (o, en este caso, el comercial) por su inocencia, transformando a la bebida en su objeto de deseo y no a Crawford.
¡Hey chico, atrápala! - Coca-Cola
Los antiguos comerciales de Coca-Cola buscaban llegar al corazón de sus consumidores y sin duda lo lograron en 1979. La estrella de fútbol americano, Joe Greene, tuvo una tierna conversación con un niño, el cual le ofrece una botella de la bebida al contracturado jugador.
En agradecimiento Green le lanza una de sus toalla, lo que terminó por alegrar el pequeño.
El pequeño Darth Vader - Volkswagen
El ejemplo más contemporáneo viene desde la marca de automóviles, que se unió a Star Wars para enternecer a todo el mundo con su spot.
Un retoño vestido de Darth Vader intentó emular la "Fuerza" del villano fallidamente, hasta que en su último intento, con un poco de ayuda de su padre, pudo hacer encender las luces del auto.