Ha ganado seis títulos en el Abierto de Australia, sin embargo, eso no fue impedimento para que el, para muchos, mejor tenista de todos los tiempos, sufriera un insospechado momento.
Roger Federer, quien por estos días se encuentra disputando el primer Grand Slam del 2019, fue interceptado por un guardia de seguridad cuando volvía de un entrenamiento.
¿Por qué?
El suizo no llevaba su credencial y, por lo mismo, el guardia no quería que alguna persona sin identificar ingresara a los vestuarios.
Ante esto, el guardia cumplió su deber y solicitó al tenista su identificación. Le prohibió el paso.
Roger iba caminando tranquilamente cuando fue detenido por el guardia, quien le hizo un gesto sobre la ausencia de la acreditación que debía estar colgada en su cuello.
El tenista debió esperar a que uno de sus colegas, quien traía la tarjeta de identificación. Luego, el guardia vio el carné y notó que, efectivamente, se trataba del tercer mejor tenista del ranking ATP.
Tras la escena, ambos posaron sonrisas y continuaron con la jornada.
REVISA AQUÍ EL MOMENTO: