Este sábado la UFC nos entregó una imagen que quedará en la retina de los aficionados por un largo tiempo. Khabib Nurmagomedov, luchador ruso de 30 años, venció sorpresiva y contundentemente al irlandés Conor McGregor por el título de peso ligero, disputado en el T-Mobile Arena, Las Vegas.
Pero las reacciones tras el duelo no fueron precisamente por el combate en sí mismo, ya que segundos después de haber ganado, Nurmagomedov saltó del ring para fustigar al equipo de su rival y golpear al entrenador del irlandés, que presuntamente lo habría provocado.
Tras el hecho, y ante la posibilidad de recibir una sanción que implicaría perder el cinturón de campeón, el ruso ofreció disculpas a los aficionados, y se jactó que el mismo presidente de Rusia, Vladimir Putin, lo felicitó por el triunfo.
"Lo siento, Las Vegas, lo siento Nevada. Yo no soy así, estaba caliente. Este deporte es respeto, no se puede hablar basura. Siento lo que pasó después de la pelea. Mi padre me aplastará cuando llegue a casa. Putin me felicitó tras la victoria. Lo culparán a él y no a McGregor por insultarme", expresó Nurmagomedov.
Además, sostuvo que "por favor no me quiten el título. No era yo. Soy un humano y cometemos errores. Lo siento Las Vegas, lo siento Nevada. Perdón a todos".
Cabe consignar que los premios obtenidos por el combate no se proporcionarán hasta que la investigación esclarezca el caso y se delimiten los verdaderos responsables que detonaron el conflicto.
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