En un Movistar Arena completamente lleno se vivió la noche de este miércoles la primera de las dos funciones del evento que la World Wrestling Entertainment (WWE) realiza en Chile en el marco de su gira por Sudamérica.
Ya desde la previa, donde en la pantalla gigante del recinto se mostraban videos relacionados a la lucha libre, el público mostró que iba a ser el protagonista casi principal de este espectáculo.
Luego, en el primer combate, el cual enfrentó a los campeones en pareja The New Day ante Gallows & Anderson, además de la dupla compuesta por Cesaro y Sheamus, el recinto ubicado en el Parque O'Higgins se vino abajo.
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Y la parrilla del evento no pudo estar mejor pensada, ya que los primeros en salir a escena fueron el trío que integran Big E, Kofi Kingston y Xavier Woods, tres de los luchadores más populares en el Universo WWE.
Poco a poco fueron sucediendo los combates, donde cada luchador mostró parte de su mejor repertorio, aunque en ocasiones se notó mucho que el evento se trataba de una exhibición, ya que algunos no realizaron sus movimientos más emblemáticos.
Es el caso de Sin Cara, quien en su pelea ante Braun Strowman prácticamente no llevó a cabo ninguno de los alabados movimientos que incluyen piruetas de compleja ejecución.
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Lo mismo ocurrió con Neville, cuya principal maniobra, "Red Arrow", no fue ejecutada en el combate donde estuvo presente el ex campeón de NXT.
Tras varias luchas sin mucho que destacar, aparecieron en escena tres de los luchadores más potentes que tiene la WWE hoy por hoy: el campeón Kevin Owens, Seth Rollins y Sami Zayn, quienes se enfrentaron en un tag team match donde el cuarto participante fue Luke Harper, una de las gratas sorpresas de la velada.
Ahí nuevamente el público "enloqueció" sin tener un claro favorito, ya que los vítores fueron compartidos entre todos los peleadores.
Sin embargo, la ovación principal fue para el ex The Shield, quien ganó la pelea tras realizar un "Pedigree" el cual invitó a la nostalgia de la lucha libre al ser acompañado por el mítico gesto de "DX", grupo al cual lideraron Triple H y Shawn Michaels.
Tras el triunfo de Rollins y Zayn vino un intermedio, el cual retornó con tres peleas más, siendo una de las más destacadas una lucha 4 vs. 4 donde uno de los equipos estaba compuesto por Enzo Amore, Big Cass, R-Truth y Goldust.
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Fue en este combate donde quizá el público mostró más euforia y dio a entender que la lucha libre tiene un público fiel y entusiasta, puesto que conocían cada palabra que señalaban los peleadores al momento de su aparición.
De ahí vino el "Main Event", el cual enfrentó por el título de los Estados Unidos a Roman Reigns y Rusev -acompañado por Lana-.
Ahí, otra vez, la fanaticada se hizo parte de la lucha y se mostró muy dividida. Aunque vale aclarar que esto se produjo más que todo por la negativa recepción que tiene el primo de The Rock que un fanatismo exacerbado por el búlgaro.
Ante el triunfo final de Reigns con una "Spear", pasadas las 23:30 de la noche, los presentes dieron muestras de retirarse satisfechos, demostrando que la lucha libre goza de una altísima popularidad en nuestro país y enseñando que el público es parte importante, y casi fundamental, de un espectáculo de este calibre.
