El escándalo de abuso de menores que tiene consternado al fútbol inglés
Andy Woodward rompió su silencio tras dos décadas de sufrimiento.
El exfutbolista inglés reveló en entrevista con la BBC por lo que tuvo que pasar tras haber sido abusado sexualmente por uno de sus entrenadores cuando iniciaba su carrera en el mundo del balón.
Woodward fue el primero en hablar. Steve Walters y Paul Stewart siguieron su ejemplo.
La policía británica reconoció que otros 11 jugadores se han puesto en contactoen referencia al caso de abuso de menores, mientras la Asociación de Futbolistas Profesionales temen que el número de jugadores afectados supere el doble dígito.
Entre 9 y 15 años
Woodward renunció al derecho de anonimato que reciben las víctimas de abuso sexual para contar con detalle lo que le ocurrió cuando jugaba en las categorías inferiores del Crewe Alexandra, equipo del noroeste de Inglaterra.
El entonces joven futbolista llegó al club a los 11 años de la mano de Barry Bennell, uno de los entrenadores del Crewe que lo había visto jugar en un partido de una liga local con el Stockport Boys.
"Tres o cuatro semanas después" ya lo había invitado a pasar tiempo en su casa.
Fue el comienzo de un abuso que se extendió durante cuatro años y que tuvo un "catastrófico" impacto en su vida.
Woodward no lo denunció en su momento debido a que Bennell lo amenazó con quitarle su sueño de llegar a ser un jugador profesional.
"Fue ese control el que tenía sobre mí, todo lo que quería ser era futbolista", le dijo a la BBC.
Bennell fue sentenciado a nueve años de prisión en 1998 luego de admitir que había abusado sexualmente a seis niños, entre 9 y 15 años de edad.
Woodward considera que el castigo no hizo justicia a sus años de sufrimiento, en lo que tuvo que hacer frente a un estado grave de depresión, pensamientos suicidas y ataques de pánico.
Tras jugar profesionalmente con el Crewe, Bury y Sheffield United, Woodward se retiró del fútbol en 2002 a los 29 años.
"Ha sido insoportable"
Las declaraciones de Woodward sirvieron de inspiración a otros jugadores a contar sus casos, como Steve Walters y Paul Stewart.
Walters, quien fue el jugador más joven en debutar con el Crewe en 1988, habló con el periódico The Guardian sobre su terrible experiencia cuando fue dirigido por Bennell.
"Todos estos años he tenido el secreto dentro de mí. Pero lo puedo sacar. Es la única forma. Quiero poner un cierre a esa parte de mi vida y esto me ayudará a seguir adelante", dijo Walter, cuyo caso no formó parte del proceso judicial en contra del entrenador.
"Ha sido insoportable, pero sólo con leer el artículo de Andy siento que me he sacado un gran peso de encima. Tenía que hacer esto y espero que eso ayude para que más personas de un paso al frente {y hablen de sus casos asunto}".
Uno de ellos fue Stewart, exinternacional con Inglaterra.
El exjugador de Tottenham, Manchester City y Liverpool contó al periódico Mirrorcómo un entrenador abuso de él diariamente durante cuatro años, amenazándolo con matar a sus familiares si lo denunciaba.
Queda en el fútbol
El presidente del Crewe, John Bowler, aseguró, en conversación con el editor de BBC Sport Dan Roan, sentirse "furioso y decepcionado" por los crímenes de Bennell.
Pero al ser cuestionado sobre si se pudo haber hecho algo más en aquella época, en la que también fue presidente, instó a esperar las conclusiones de las investigaciones que está llevando a cabo el club.
Gordon Taylor, presidente del sindicato de futbolistas profesionales, advirtió que tomará un tiempo saber exactamente cuál es el alcance del escándalo y cómo puede afectar al fútbol inglés, pero que es evidente que el número de futbolistas llegará a los dos dígitos.
Woodward lamentó el poco apoyo que recibió del Crewe, club que juega ahora en la cuarta división del fútbol en Inglaterra (League 2), y la cultura de secretos y proteccionismo que impera en el fútbol.
"Con respecto al fútbol no hubo nada, como la basura que se barre debajo de la alfombra", aseguró.
"Es parte de la mentalidad que nada puede salir".
Las autoridades informaron que, si bien han sido contactados por varias personas, no han habido arrestos o se ha abierto una investigación formal, pero que están a disposición de aconsejar y apoyar a los que se sienten afectados.